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Londres baraja tres salidas: nueva votación, suspensión de la autonomía o convocatoria de elecciones

El ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, baraja tres opciones para superar la crisis provocada por la derrota de David Trimble: votar hoy de nuevo, suspender la autonomía 24 horas para obtener otras seis semanas de plazo o convocar elecciones anticipadas. Cualquiera de ellas mina de una u otra forma el proceso de paz en Irlanda del Norte.

La Asamblea autonómica tiene tiempo hasta esta noche a las doce para elegir al ministro principal. Una de las opciones barajadas ayer en las intensas conversaciones que Reid mantuvo con los partidos que siguen comprometidos con el Acuerdo de Viernes Santo es que Trimble se presente hoy a una segunda votación y que previamente el partido de la Alianza, que no se identifica con ninguno de los dos grupos religiosos enfrentados, se inscriba como partido protestante para dar la mayoría al candidato unionista. Los defensores de esta fórmula señalan que Trimble obtuvo ayer el 70% de los votos de la Asamblea y que la norma que exige el apoyo mayoritario tanto de católicos como de protestantes está para asegurar que se imponga un candidato de la mayoría a la minoría y en este caso se ha utilizado de manera sectaria para reventar el proceso de paz. Trimble se declaró ayer dispuesto a aceptar esa solución de manera excepcional. El problema de esta solución es que de alguna manera deslegitimaría políticamente la representatividad de Trimble entre los protestantes.

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La segunda opción, suspender una vez más la Asamblea por 24 horas, seguiría restando credibilidad institucional al proceso de autogobierno, pero la situación es tan delicada y las suspensiones se están encadenando de tal manera que todas parecen formar parte de una misma crisis por etapas.

De alguna manera, el inicio de la entrega de armas del IRA se había condicionado, entre otros acuerdos no escritos, a que los unionistas dejaran de utilizar la dimisión como arma política para presionar a los republicanos y que todas las partes se esforzaran por dar estabilidad a las instituciones. Pero el hecho de que esta crisis la hayan provocado más los enemigos del acuerdo de paz que los unionistas moderados hace pensar que una suspensión, otra vez 'la última suspensión', podría ser viable.

Sobre todo porque la tercera alternativa, elecciones anticipadas, no gusta nada al Gobierno británico. Por un lado, porque los unionistas radicales del reverendo Ian Paisley, enemigos del proceso de paz, pueden ganar terreno a los unionistas moderados de Trimble. Pero sobre todo porque, con la fuerza que le da el inicio del desarme del IRA, el Sinn Fein se puede convertir en el primer partido católico y su líder, Gerry Adams, en vicepresidente del Gobierno de Irlanda del Norte.

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