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Trimble pierde el Gobierno del Ulster al fallarle dos votos de su propio partido

El proceso de paz entra de nuevo en crisis tras la grave fisura del bando probritánico

David Trimble, máximo líder protestante de Irlanda del Norte, obtuvo ayer todos los votos de los partidos católicos en la Asamblea legislativa -incluido el Sinn Fein, brazo político del IRA-, pero los votos en contra de dos de sus correligionarios le negaron la reelección al cargo de primer ministro. Si no hay primer ministro, no puede haber Asamblea, y, tras el optimismo que generó hace 11 días la decisión del IRA de abandonar las armas, ha ocurrido lo que ayer por la mañana el Irish Times calificaba de 'impensable': una vez más el proceso de paz en la pequeña provincia británica se encuentra en crisis.

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En condiciones normales se llevarían a cabo elecciones generales para una nueva Asamblea. Pero las condiciones políticas en Irlanda del Norte no son normales, con lo cual no sólo Trimble, sino también los Gobiernos del Reino Unido y de la República de Irlanda temen que un cambio en el equilibrio actual de las fuerzas parlamentarias podría conducir a la incertidumbre, la violencia y el caos. Por eso, John Reid, ministro del Gobierno de Tony Blair para Irlanda del Norte, mantuvo una serie de reuniones urgentes ayer por la tarde con Trimble y los dirigentes de los demás partidos que apoyan el Acuerdo de Viernes Santo de 1998. El objetivo era encontrar una fórmula que permitiese cambiar las reglas parlamentarias de tal forma que, si los representantes de la Asamblea volviesen a votar, esta vez Trimble sí ganaría.

Los opositores más feroces al Acuerdo de Viernes Santo, el reverendo Ian Paisley y su Partido Democrático Unionista, armarían un escándalo, pero lo que ni ellos pueden negar es que el actual sistema de votación para el cargo de primer ministro carece de pureza democrática.

Trimble recibió ayer el apoyo del 70,6% de la asamblea, o 72 de los 102 votos disponibles, y aun así perdió. Lo que ocurrió fue que, según una oscura cláusula en el Acuerdo de Viernes Santo que exigió en su día el Partido Unionista del Ulster, de Trimble, el voto para elegir al primer ministro en la Asamblea se dividiría en dos. Se contarían por separado los votos de los partidos nacionalistas (pro Irlanda, católicos) y los unionistas (probritánicos, protestantes) y para ganar se necesitaría una mayoría, es decir, más del 50% de cada lado.

Nadie en Irlanda del Norte se lo hubiera imaginado hace tres años y medio, cuando se firmó el acuerdo de paz, pero ayer el cien por cien de los nacionalistas, es decir, el Sinn Fein y el moderado Partido Social Demócrata Laborista, votaron a favor de Trimble, mientras sólo el 49,2% de los unionistas, o 29 de un total de 59, votaron por él. Si Trimble hubiese obtenido un solo voto más, hoy sería primer ministro y todo el mundo estaría celebrando otra victoria más para la justicia, la razón y la paz.

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La mayoría de aquellos que votaron en contra pertenecen al partido de Paisley. El Doctor No, apodo que lleva el reverendo hace muchos años, insiste que el IRA miente cuando dice que va a dejar las armas, que todo es un gran engaño, una conspiración en la que participan no sólo el Gobierno británico, el irlandés y el de Estados Unidos, sino también, por motivos imposibles de descifrar, el mismo Trimble. Los votos de 'los dinosaurios, los que conciben un futuro que existe sólo en el pasado', como decía ayer Martin McGuinness, del Sinn Fein, no hubieran contado si no hubiese sido por la decisión que tomaron Peter Weir y Pauline Armitage, ambos integrantes del UUP de Trimble, de votar en contra de su partido. ¿Por qué lo hicieron, a pesar de que el sábado pasado el 80% del Ejecutivo del partido que ellos mismos representan apoyó la candidatura de Trimble?

Porque opinan, con Paisley, que el anuncio del IRA, considerado trascendental por el resto del planeta, es, en palabras de Weir, 'un gesto cosmético'. Y también, según varios conocedores de lo que ocurre en el interior del UUP, porque Weir quería vengarse de Trimble porque éste, hace unos meses, le negó una promoción a un cargo importante en el partido.

Actuar con deshonra

'La semana pasada', declaró Trimble ayer, enfurecido, tras conocerse el resultado del voto en la Asamblea, 'estábamos volando. Había ocurrido algo extraordinario. Pero cuando el IRA comenzó a desarmarse, que era exactamente lo que el señor Weir había estado exigiendo durante tanto tiempo, salió corriendo en la dirección opuesta. Él y la otra persona, Pauline Armitage, han actuado con deshonra'.

Pero Trimble se niega a aceptar que el proceso de paz esté perdido. 'Al contrario', declaró, 'este proceso ha demostrado ser extraordinariamente robusto y seguiremos adelante, porque, a pesar de que un par de individuos han explotado los reglamentos para salirse con las suyas, la comunidad de Irlanda del Norte y el 80% de mi partido, están con nosotros'.

Trimble (izquierda), junto a su compañero de partido Michael McGimpsey.
Trimble (izquierda), junto a su compañero de partido Michael McGimpsey.AP

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