Irán pide un alto el fuego
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Kamal Jarrazi, advirtió ayer de que si los ataques contra Afganistán continúan durante el mes santo musulmán del Ramadán -que comenzará dentro de dos semanas- tendrá consecuencias negativas y será una provocación para los musulmanes de todo el mundo.
Durante una visita oficial a Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, Jarrazi aseguró que Irán 'desde el principio no ha estado de acuerdo con la acción militar contra Afganistán... es inaceptable'.
El ministro iraní recalcó que esa oposición a los bombardeos será todavía mayor durante el Ramadán. 'Me temo que la continuación de las operaciones militares contra Afganistán será una provocación para la gente y especialmente para los musulmanes de todo el mundo', señaló. Jarrazi se sumaba así a numerosos líderes musulmanes que han advertido de que los ataques en Ramadán pueden ser interpretados como una cruzada.
