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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Rateros y timadores en el hospital La Paz

El pasado 18 de octubre me daban de alta en el hospital La Paz tras una intervención ginecológica y, ante mi alegría por contárselo a una amiga que me visitaba, salí, como otras veces, a la sala de visitas, sin darme cuenta de que mi compañera de habitación era llevada a operar. Posteriormente he deducido que esos minutos fueron aprovechados por los timadores para entrar en el cuarto y sustraerme el monedero con todos mis documentos y tarjetas.

Después de tener mi monedero en su poder, uno de los rateros me hizo salir de la habitación con la disculpa de que me llamaban por teléfono en el control de enfermeras. Mas, para cuando llegué, su cómplice aún no había tenido tiempo de hacerlo realmente, y ni las enfermeras ni yo podíamos explicarnos qué hombre había llamado a mi puerta con los nudillos mientras yo estaba en el aseo, y había pronunciado claramente mi nombre y apellido. Volví a la habitación; no había pasado un minuto cuando los altavoces de las enfermeras, ahora sí, anunciaban mi llamada telefónica. Vuelvo de nuevo al control y, ante mi sorpresa, es la Caja de Ahorros de Colmenar Viejo la que me llama para darme el número secreto de mi Visa, porque están cambiando los números y me piden el viejo. El propio doctor Pastrana, asombrado, presenció la llamada, en unos momentos en los que el teléfono de la planta se necesitaba para misiones más importantes.

Quizás deberían impedir que se llame a los enfermos por teléfono, dado que la mayoría tiene sus propios móviles. Desconozco si tienen personal de seguridad en ese hospital y si van de uniforme o no, pero sería muy útil que alguien vigilara a estos desaprensivos que operan en un tiempo tan concreto. ¿No habría manera de identificar a las personas que acceden como supuestos familiares de los enfermos? ¿De qué sirve que nos den tarjetas de visita si luego nadie las pide? Me parece, como poco, un derroche innecesario de papel y de tiempo para hacer creer que existe un control que no es tal.

Acaso los directivos del hospital se han dejado seducir por el apelativo 'hospital abierto', como oposición al hospital excesivamente cerrado a las familias que se vivió en tiempos pretéritos, y se han pasado al extremo opuesto. Pero todo debe tener su justo término medio.

El sistema actual permite un trasiego increíble de personas, algunas de las cuales vienen con ánimo de ayudar a los enfermos, pero otras acceden con las malas intenciones de sustraer sus pertenencias. Y todas estas personas, sean familiares o desaprensivos, lo que nos dejan en las habitaciones, quizá sin saberlo, es un arsenal de microbios que nadie controla y que un director de hospital no debería pasar por alto.

Espero que el director actual de este hospital universitario tenga la creatividad suficiente para mejorar este estado de cosas, y que no les suceda lo que a mí a otros muchos futuros enfermos.

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