Velasco apoya la conversión de los secretarios judiciales en jueces de proximidad

Eloy Velasco, director general de Justicia, propone abiertamente la transformación de los secretarios judiciales en 'jueces de proximidad'. Según Velasco, la transformación de 'ese cuerpo de funcionarios al servicio de la Administración de Justicia no tiene similitud con ninguna otra figura de nuestro derecho comparado europeo y su principal función cosiste en el impulso procesal y en dar fe pública judicial, tareas perfectamente asumibles por cuerpos como el de auxiliareas de Justicia'.

El director general de Justicia, reconoce 'el malestar de los ciudadanos por el funcionamiento de la Justicia' y admite que una de las razones es 'la lentitud'. Velasco, que congeló su carrera de magistrado por la política, entiende que la solución pasaría necesariamente por duplicar el número de jueces. 'Eso colocaría a la Administración de Justicia a la altura de la ratio juez-ciudadano del resto de Europa. Pasaríamos de 10.000 ciudadanos por cada juez, en lo que nos encontramos ahora, a 5.000'.

Solución intermedia

Velasco entiende que las leyes han contribuido a ralentizar la dinámica de la administración de justicia. Y del mismo modo cree que la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC), pese a simplificar drásticamente los trámites y recursos para preparar la sentencia, no va a resultar suficiente. 'Reducida al mínimo la tramitación, la quiebra del derecho constitucional a que la causa sea oída dentro de un plazo razonable se produce en la fase de resolución. El acortamiento del tiempo necesario para la determinación de lo jurídico en el caso concreto pasa, necesariamente, por el aumento de jueces, máxime con la entrada en vigor del nuevo Código Procesal Civil que intensifica el protagonismo de quienes imparten la justicia'. Y con ese escenario, Velasco ve dos soluciones: 'duplicar el número de jueces o reducir el número de asuntos que se someten a su decisión'. La primera opción es factible, apunta Velasco, a largo plazo porque 'no se puede improvisar tan alto número de profesionales debidamente cualificados' y porque la Administración no podría absorber 'el elevado coste que ello supondría'.

La segunda opción 'llevaría a la desjudicialización de los mecanismos de resolución de conflictos mediante el establecimiento de soluciones de naturaleza arbitral o enconmendando su solución a la Administración, lo que privaría de las garantías constitucionales y procedimentales'. Así pues, la solución intermedia, salomónica, que defiende el actual director de Justicia es la creación de jueces de proximidad. 'Supondría duplicar de forma instantánea el número de jueces con profesionales que tienen una formación inicial casi equivalente a la del juez de carrera, experiencia jurídica de años y sólo habría que mejorar su retribución, encomendándoles la solución de cuestiones de menor entidad'.