_
_
_
_
_

Minicréditos con tipos de interés máximos

Los EFC ofrecen créditos con rapidez y menos exigencias que bancos y cajas pero con un coste anual superior al 20%

La oferta de créditos no termina en bancos y cajas. Los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC) ofrecen financiación a particulares y empresas con el 'leasing', tarjetas de grandes almacenas o financieras de automóviles como los más habituales. También se han lanzado a la búsqueda de particulares con minicréditos rápidos que soportan tipos superiores al 20% anual.

Los EFC tienen prohibido captar dinero del público y encuentran su financiación en el crédito bancario o la emisión de valores
Estos créditos se suelen contratar por vía telefónica, por lo que las conversaciones se graban como garantía ante posibles litigios

Su presencia ya es habitual en los medios de comunicación, donde ofrecen a particulares créditos en torno al medio millón de pesetas que se pueden contratar vía teléfono o por Internet. En 24 horas y con una nómina como único requisito, los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC) se han lanzado a captar particulares que necesiten una cantidad de dinero pequeña para costearse un viaje, pagar un imprevisto, hacerse un regalo o, en el peor de los casos, para tapar algún que otro agujero de la economía doméstica.

Se trata de unos créditos muy concretos, ya que estos EFC conceden productos muy diferentes, como aquellos que financian la compra del automóvil o las operaciones de leasing y factoring, a los que se dedican primordialmente estas entidades financieras. También están autorizados para dar créditos hipotecarios.

Son varias las ventajas que tienen frente a un banco o caja de ahorros a la hora de solicitar un crédito al consumo. Céline Richet, directora de márketing de Cofidis -firma que cuenta con alrededor de siete millones de clientes en Europa-, apunta 'que nosotros pedimos pocas garantías a nuestros clientes. Basta con el documento nacional de indentidad (DNI) y una nómina. Además, el cliente no tiene que desplazarse y puede conseguir el dinero desde su propia casa sin hacer más gestiones. Nosotros nunca preguntamos cuál será el destino que se dé al dinero que solicitan nuestros clientes. Existe una total confidencialidad', explica.

Una confidencialidad que impide saber el destino más habitual que se suele dar a estas demandas de dinero.

Un tipo altoFrente a estas ventajas, el mayor inconveniente de estos créditos que ofrecen algunos EFC son los elevados tipos de interés que paga el cliente. En este caso concreto de Cofidis, el cliente debe pagar un interés mensual del 1,778%, que traducido en TAE (tasa anual equivalente) supone pagar un tipo del 23,56%. Por tanto, una persona que pida 500.000 pesetas a plazo de un año tendría que devolver 617.800 pesetas. Este coste del dinero es muy superior al que cobran bancos y cajas por los créditos al consumo, que, actualmente, y de media, rondan el 10% anual.

Sin embargo, las firmas que ofrecen estos créditos de pequeña cuantía explican estas importantes diferencias de coste. En primer lugar, consideran que no son equiparables con el crédito al consumo, sino que debería establecerse una comparación con los tipos que se pagan por los créditos que conceden las tarjetas.

Pedro Pérez, subdirector de los servicios jurídicos de la Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc) considera que este tipo de créditos que ofrecen los EFC son más parecidos a los que se consiguen con una tarjeta de crédito, por cuanto su concesión es muy rápida y no están formalizados jurídicamente como un crédito al consumo.

'Estas menores exigencias legales llevan a que los créditos de los EFC tengan más riesgo para el que los concede. Desde mi punto de vista, estos tipos son abusivos y desproporcionados, pero en España no existe una legislación precisa, y la fijación del tipo de interés es libre. Actualmente, los tipos que se cobran en las tarjetas de crédito se mueven entre el 1,5% y 2% mensual, por lo que los de los EFC están en línea con los de las tarjetas', concluye.

Curiosamente, la ausencia de intervención de fedatario público y la rapidez de la concesión llevan a que los establecimientos financieros de crédito que ofrecen estos productos graben las conversaciones con sus clientes. Grabación que luego podría servir de prueba si se produce un litigio entre las partes.

Más restriccionesPedro Pérez apunta que hay legislaciones en Europa que son mucho restrictivas en el fomento del endeudamiento de sus ciudadanos, así como en la limitación de los tipos que se cobran. 'En Francia, por ejemplo, está limitada la publicidad sobre créditos al consumo. Se pretende no fomentar una situación de sobreendeudamiento de sus ciudadanos. En otros casos, como el italiano, como máximo se puede cobrar 2,5 veces la media de tipos existente en el sistema financiero. Cualquier tipo que sobrepase ese nivel se considera usura y está perseguido', explica el experto de Ausbanc.

Céline Richet, de Cofidis, explica que se trata de un producto de mayor riesgo y menores exigencias que lleva a tipos más altos. 'Nosotros además incluimos en los tipos todos los gastos que se puedan generar. El cliente, por tanto, no paga ni un duro más. También hay que tener en cuenta que a nosotros el dinero nos cuesta. Tenemos que salir al mercado a captarlo, ya que no podemos tomar dinero de otros particulares. Concretamente, en Cofidis nos financiamos a través del crédito bancario y también tiramos de nuestros fondos propios', concluye.

Ésta es una de sus principales limitaciones y la que le diferencia de los bancos y cajas de ahorros. Los EFC no pueden financiarse a través de fondos reembolsables del público. Por tanto, les está vedado captar dinero de los particulares. Esto les exonera de participar en el Fondo de Garantía de Depósitos que cubre los posibles quebrantos de los que depositan dinero en una entidad financiera, mediante una cuenta corriente o un depósito bancario.

Para conseguir el dinero que luego prestan a sus clientes deben pedírselo a un banco o realizar emisiones de activos que se encuentren sujetas a la Ley del Mercado de Valores. Las aportaciones de socios y fianzas completan las vías de financiación. En los últimos cinco años, también tienen la posibilidad de titulizar sus créditos. Una operación que consiste en convertir los créditos en activos de renta fija que luego se venden a los inversores. Este tipo de emisiones de titulización se encuentran calificadas, por lo que el inversor conoce con exactitud el riesgo que asume al adquirir esos bonos o pagarés.

Esta fórmula más sofisticada no está siendo utilizada en el caso de estos créditos de pequeños importes que ofrecen algunos EFC. No obstante, en Estados Unidos es muy frecuente la titulización de operaciones de pequeña cuantía y muy variable, como los créditos que se conceden con tarjetas.

PerfilSegún los distintos establecimientos financieros de crédito que ofrecen estos productos, el perfil de su cliente es muy variopinto. No existen diferencias de sexo y lo contratan por igual hombres y mujeres de edad media y pertenecientes a clases medias y medias-bajas.

Estos productos se ofrecen también como líneas de crédito abiertas donde el cliente va gastando de acuerdo con sus necesidades y sólo paga por la cantidad que vaya utilizando. Además, lo más habitual es que, cuando devuelve el dinero, aunque sea en un plazo mucho más corto al establecido, no se cobra ningún tipo de comisión por la cancelación de ese crédito o de la línea que se abrió.

Sin embargo, sí existen otras comisiones, aunque también son negociables y dependen del conocimiento que el establecimiento tenga de ese cliente. En el caso concreto de Cofidis se estipula una comisión del 4% en el caso de aplazamiento de una mensualidad. No obstante, desde esta sociedad apuntan que se pacta y sólo se aplica en casos claros de morosidad.

Estos créditos suelen llevar asociados otros productos. Los EFC están facultados para la emsión de tarjetas (la mayor parte de los centros comerciales tienen su propio EFC) y también son frecuentes los seguros asociados a estos créditos.

Unos seguros no obligatorios que cubren los pagos a realizar por los clientes en casos de fallecimiento, gran invalidez o incapacidad total temporal. En los créditos de Cofidis, la aseguradora Intercaser cobra una prima del 0,4% de la deuda mensual contraída por el cliente. Unos créditos, pues, rápidos y de pocos requisitos, pero que resultan caros.

El coste del dinero a través de las EFC es muy superior al que cobran bancos y cajas.
El coste del dinero a través de las EFC es muy superior al que cobran bancos y cajas.CRISTÓBAL MANUEL

Establecimientos de crédito

Actividad: concesión de créditos y préstamos, factoring, leasing, emisión y gestión de tarjetas de crédito y concesión de avales y garantías Capital mínimo: 850 millones de pesetas. Garantías: deben depositar al menos el 20% del capital social mínimo en el Banco de España. Forma de financiarse: financiación concedida por entidades de crédito, por entidades del mismo grupo o por los accionistas con, al menos, una participación del 5%. Emisiones de valores sujetas a la Ley del Mercado de Valores. Fianzas y seguros y pueden titulizar sus activos. Limitaciones a su financiación: no pueden financiarse mediante fondos reembolsables del público en forma de depósito, préstamo, cesión temporal de activos u otros análogos. No están adheridos al Fondo de Garantía de Depósitos. Autorización: para su autorización, los accionistas deben reunir condiciones de idoneidad. Estas entidades deben tener en España su domicilio social, administración y dirección. Deben contar con un consejo de administración de, al menos, tres miembros. Número de EFC registrados en el Banco de España: 84.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_