EE UU admite que bombardeó por error un hospital afgano
Washington asegura que las bombas caídas en áreas civiles constituyen 'errores escasos'
Un 'error de funcionamiento' en el sistema de dirección de un misil destruyó un asilo de ancianos en Afganistán en un incidente que, según el régimen talibán, dejó más de 100 muertos. El Pentágono ha cambiado en 24 horas su versión sobre la destrucción de un hospital en las afueras de la ciudad de Herat. La institución militar de EE UU ha abierto y cerrado una investigación de la que se desprende que la destrucción del edificio fue un 'daño colateral' provocado por un misil de la Operación Libertad Duradera. Otro error provocó la caída de dos misiles en un barrio de Kabul.
El régimen talibán insiste en que el misil aliado cayó directamente sobre la residencia de ancianos (que puede ser, en realidad, un hospital) y provocó la muerte de más de 100 personas. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, negó el lunes esa versión, pero su vicesecretaria, Victoria Clarke, admitió ayer que un error en el sistema que guía los misiles hizo que uno de ellos cayera a un centenar de metros del edificio, que quedó destruido como 'daño colateral'. Clarke insistió en que no hay manera de saber cuál es el balance real de víctimas.
Una delegada de Naciones Unidas había confirmado ayer en Pakistán que un misil de EE UU destruyó el edificio civil al este de la ciudad de Herat. La portavoz, Stephanie Bunker, tampoco pudo ofrecer un número de víctimas mortales.
El Gobierno talibán ha expulsado del país a la mayor parte de los periodistas occidentales, lo que hace casi imposible lograr una versión independiente de los hechos. Pero Naciones Unidas dispone de representantes dentro de Afganistán, lo que da credibilidad al relato de su delegada en Pakistán.
Cuando Bunker habló en Islamabad, el Pentágono filtró a través de un alto mando la confirmación de que había una investigación en marcha, lo que preparaba de alguna manera el reconocimiento de culpa. Horas después, en la rueda de prensa diaria, la portavoz de Rumsfeld confirmó no sólo uno, sino dos errores técnicos que acabaron en sendas tragedias.
El primero ocurrió en la mañana del sábado. Un avión F-14 lanzó dos misiles contra un hangar de vehículos militares situado al noroeste de Kabul. Un fallo en el sistema de dirección hizo que los misiles cayeran a 800 metros del objetivo, en medio de una zona civil.
El segundo error es el que ha provocado la destrucción del edificio en Herat, al oeste de Afganistán. El domingo por la mañana, un avión FA-18 dejó caer un misil de 500 kilos de peso sobre un complejo militar con la seguridad de que su objetivo sería un barracón con material bélico. Quienes escogieron el objetivo sabían que a 100 metros, dentro del complejo militar, había un edificio civil que podía ser un hospital o una residencia de ancianos. El error técnico hizo que el misil cayera en el solar que separa los barracones de ese centro civil, lo que provocó la destrucción del edificio.
Clarke repitió que el Pentágono 'lamenta cualquier pérdida de vidas civiles. Sólo se bombardean objetivos militares y terroristas. Ponemos mucho cuidado en la selección de los objetivos', dijo la portavoz, 'para evitar bajas civiles'.
El director de operaciones del Pentágono aseguró que los misiles caídos en áreas habitadas por civiles constituyen 'errores escasos'. John Stufflebeem aseguró que no existe 'intención alguna de ampliar los ataques a ciudades como Kabul', pero admitió que usarán 'otros métodos' de su capacidad militar para encontrar destacamentos talibanes 'que puedan tratar de esconderse en barrios'. Stufflebeem aseguró que se han detectado movimientos del Ejército talibán destinados a insertar armas, destacamentos y sistemas de defensa dentro de barrios para tratar de evitar el bombardeo aliado.
El Pentágono también confirmó un incidente en suelo de Pakistán. Cuando dos helicópteros estadounidenses trataban de recuperar los restos de otro aparato estrellado en ese país, fueron atacados con disparos. No se sabe de dónde procedían ni quién los efectuaba, pero supone el acto más hostil contra EEUU en Pakistán.
Por otra parte, cinco afganos, acusados de espionaje, fueron ejecutados por los talibanes en la ciudad de Mazar-i-Sharif, según informó ayer la agencia oficial de noticias iraní. Un representante del Movimiento Islámico de Afganistán en Mashad (Irán) declaró que los cinco supuestos espías fueron llevados a la plaza de Mazar-i-Sharif, tiroteados y luego colgados sus cuerpos.
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