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¿Qué hacer con Tablada?

La expropiación de la dehesa y su carácter inundable marcan su futuro

La calificación como zona verde e inundable que, según todos los indicios, va a aportar la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) a la dehesa de Tablada, restringirá sus posibles usos y, sobre todo, dará al traste con cualquier intención de recalificar los terrenos para construir una ciudad paralela con 15.000 viviendas, como recogía un proyecto urbanístico encargado en 1999 por el Consorcio Tablada, constituido mayoritariamente por El Monte y Caja San Fernando, propietarias de las 356 hectáreas de terreno.

Ese mismo año, las dos cajas de ahorros sevillanas firmaron un convenio con la Gerencia de Urbanismo -ya entonces en manos del PA- para estudiar la posibilidad de urbanizar la zona, pero el ayuntamiento se comprometió a que el acuerdo no condicionaría la revisión del PGOU. El anuncio el pasado mes de abril por parte del delegado de Urbanismo, Rafael Carmona (PA), de su intención de expropiar Tablada fue para muchos una vuelta de timón de los andalucistas, que dejaban en la estacada a las dos entidades financieras con las que suscribieron aquel convenio.

No obstante, el portavoz municipal de IU, Luis Pizarro, el más contundente a la hora de alertar sobre las intenciones especulativas en la dehesa, no lo ve del todo claro. Para el concejal, con aquel convenio, las cajas de ahorros 'se cubrieron las espaldas' para demostrar que, hasta el Ayuntamiento entendía que Tablada no era uno mero terreno rústico, y que tenía 'el valor añadido de la expectativa'.

Pizarro está convencido de que si el proceso de expropiación -que está previsto que comience a mediados de 2002, cuando se presente el avance del PGOU- progresa, el convenio será vital para las cajas cuando llegue el momento de establecer el justiprecio que tendría que pagar el Ayuntamiento a sus actuales propietarias, que compraron los terrenos por 10.000 millones de pesetas. Si Urbanismo se aferra al valor catastral de unos suelos rústicos, las cajas podrían ondear aquel acuerdo para elevar el valor de mercado. Y tres sentencias recientes advierten de que para el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía prima el precio en el mercado -que tiene en cuenta las expectativas de negocio- por encima del que marca el catastro.

Pero Urbanismo defiende su intención de expropiar porque esas 356 hectáreas son 'estratégicas' para la Sevilla del futuro. Si, definitivamente, el PGOU las califica como inundables y exclusivas para zonas verdes, ¿cuál es la vocación de uso de Tablada?

A la espera de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir certifique qué parte de la dehesa es inundable, el delegado de Urbanismo insiste en que en Tablada cabe de todo: desde la ampliación de Cartuja 93 a un gran parque periurbano pasando, incluso, por alguna zona residencial. El portavoz del PP, Jaime Raynaud, coincide en la opción del parque 'con instalaciones deportivas, culturales y una parte para uso terciario o residencial', y añade la posibilidad de que por la dehesa discurra un túnel o un puente que una la SE-30 con la futura SE-40. El de IU, por su parte, lo restringe a 'un parque metropolitano equipado'.

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El director de la revisión del PGOU, Manuel González Fustegueras, pieza clave en la decisión sobre el futuro de Tablada, da por hecho que toda la dehesa será considerada inundable y planea allí un gran 'sistema de espacios libres'. Lo que baraja Fustegueras es una gran extensión boscosa 'que preserve la única zona de ribera natural que le queda a la ciudad' y en la que cabrían instalaciones deportivas y de ocio, como clubes náuticos o campos de golf, cuya explotación abarataría el mantenimiento del nuevo pulmón de Sevilla.

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