La reunión de Schröder, Chirac y Blair al margen de la UE indigna a Prodi

'Estoy disgustado'. 'Es lamentable'. 'No entra en mi competencia decir si la política exterior común está fracasando o no'. '¡Esto es Europa!'. Nunca se había visto en público a Romano Prodi tan enfadado y violento como ayer, pero el presidente de la Comisión Europea casi llegó a perder las formas cuando comentó la política exterior de los países de la Unión tras los ataques del 11 de septiembre y la decisión de Jacques Chirac, Tony Blair y Gerhard Schröder de reunirse hoy en Gante, una hora antes de iniciarse la cumbre de todos los líderes europeos en esa ciudad belga.

Prodi calentó al máximo el ambiente previo a la cumbre europea, que inicialmente se planteaba sin problemas de envergadura, para hacer un balance de las iniciativas antiterroristas de la UE tras el 11 de septiembre, las consecuencias económicas de los atentados y los preparativos del euro. Sobre cada uno de estos puntos habrá una declaración expresa de los Quince.

Pero los ánimos ya se encresparon el miércoles pasado cuando los ministros de Exteriores, reunidos en Luxemburgo, se enteraron 'por sorpresa', según un diplomático, de que Francia, Alemania y el Reino Unido celebrarían una minicumbre previa aparte. 'No es una cumbre previa', clamó ayer Prodi, 'sino una reunión de carácter voluntario, y me parece lamentable que unos puedan participar y otros no'.

Aún se calentó más cuando le preguntaron qué opinaba de que los británicos participaran unilateralmente en los bombardeos sobre Afganistán y de que los ministros de Exteriores hicieran por su cuenta visitas a países de la zona: 'En los campos de nuestra competencia hemos dado ejemplo', clamó con un brazo levantado, 'pero no entra en mi competencia decir si la política exterior común está fracasando o no'. '¡Esto es Europa!', se lamentó, para añadir después: 'La acción europea es menos eficaz porque no tiene competencias en el terreno militar, y sólo las conseguirá a muy largo plazo'.

No se paró ahí el presidente de la Comisión. 'La Comisión no cambiará ni una coma', advirtió a quienes son partidarios de atrasar la ampliación de la UE a raíz de la actual crisis. 'No llega a quienes más lo necesitan', dijo en clara crítica al lanzamiento de ayuda humanitaria sobre Afganistán. 'Hace dos años acordamos subir del 0,3% al 0,7% la ayuda al desarrollo y estamos más bien en el 0,2%; esto es intolerable', se quejó. 'El Proceso de Barcelona se ha quedado durmiendo el sueño de los justos'. '¿Cuándo se ha debilitado la Comisión ? No en los últimos tres años, sino antes. Es ahora cuando estamos recuperando competencias'.

Pesimismo en la economíaSemejante retahíla estuvo acompañada, además, de un mensaje pesimista sobre las previsiones económicas para este año. Por primera vez, oficial y públicamente, la Comisión, a través de Prodi, aseguró que el crecimiento en la zona euro y en toda la UE será 'en torno al 1,5%, y no puede excluirse una contracción temporal del PIB'. No obstante, el presidente de la Comisión excluyó la posibilidad de una recesión, y afirmó que en septiembre de 2002 se producirá 'una reacción al alza'.

Los líderes de los Quince, que esta vez se reunirán sin sus ministros de Exteriores, escucharán las opiniones del presidente del Eurogrupo, Didier Reynders, ministro belga de Finanzas; del presidente del Banco Central Europeo, Win Duisenberg; y del comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, para conocer el último informe sobre los preparativos del euro y las perspectivas económicas tras los atentados.

Obviamente, los Quince analizarán también la situación internacional creada por el inicio de las operaciones militares contra Afganistán. 'Hemos mantenido, mantenemos y mantendremos nuestro apoyo a Estados Unidos', aseguró ayer Prodi. Preguntado si hay algún límite a esa posición, respondió que la UE ha dejado claro que participa activamente en la 'lucha contra el terrorismo' con la condición de que se actúe contra 'objetivos precisos'. El presidente de la Comisión contó que en la UE ya se han bloqueado cuentas o bienes de supuestas organizaciones terroristas por valor de cien millones de dólares.