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Las piezas del Carambolo proceden de tres talleres distintos

Los análisis científicos que el Centro Nacional de Aceleradores (CNA) ha realizado en el Tesoro del Carambolo han confirmado la hipótesis arqueológica sobre la existencia de tres orígenes distintos en las piezas tartésicas. El director del CNA, Miguel Ángel Respaldiza, y el director del Museo Arqueológico de Sevilla, Fernando Fernández, presentaron ayer los resultados de las investigaciones efectuadas sobre este tesoro, fechado entre los siglos VI y VII a. de C. y hallado en 1958 en el Cerro del Carambolo de la localidad sevillana de Camas. 'El análisis químico de la matriz corrobora la existencia de tres manos, tres talleres o tres procedencias distintas para tres lotes de piezas: las placas, pectorales y brazaletes decorados con semiesferas, las placas y pectorales con rosetas y el collar, que no tiene esa decoración', dijo Fernández.

La investigación se realizó con un equipo portátil de fluorescencia de rayos X en el Centro Cultural El Monte, donde el tesoro se exhibió en la muestra Argantonio, rey de Tartessos. Los estudios han permitido determinar la composición de las piezas y sus aleaciones. 'Es oro de gran pureza con pequeñas cantidades de plata y cobre', afirmó Respaldiza.

Menos oro, más valor

Los arqueólogos apuntan al oriegen foráneo del collar, la pieza con menos cantidad de oro (un 92% frente al 98% de pureza de las piezas con rosetas y el 95% de las decoradas con semiesferas), aunque es la más valiosa de la colección. 'Se considera que no había talleres tan importantes en la península Ibérica para hacer una joya tan fina como el collar. Se cree que es importado', comentó Fernández. Determinar su procedencia es muy difícil, aun cuando se conociera el origen del oro. 'Cabe la posibilidad de que en época tartesia hubiera talleres de orfebres fenicios que trabajaran con oro de fuera'.

El siguiente paso será comprobrar el método de soldadura que emplearon los artesanos del tesoro, si bien este análisis requeriría el traslado, pieza a pieza, al acelerador del CNA. Existen tres tipos de soldadura en las joyas tartésicas, según explicó Respaldiza: por fundición, con aleaciones de plata y cobre, y una tercera técnica utilizada por los etruscos, con sales de cobre, que se hace más fuerte al calentarse y no se deshace. 'Falta comprobar si este sistema existía en la cultura tartésica', dijo el director de la CNA. Esta segunda fase está prevista para 2002, aunque se precisa patrocinio para las medidas de seguridad del traslado.

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