Diez disminuidos esperan aún plaza tras el cierre parcial de su residencia en Ávila
La Federación Pro Personas con Retraso Mental (Feaps) ha denunciado que 'al menos una decena de discapacitados psíquicos graves' esperan todavía una solución tras quedarse este verano sin la plaza que ocupaban en la residencia del Patronato Santa Teresa, en Martiherrero (Ávila). Este centro, regentado por una fundación diocesana, se vio obligado a cerrar dos de sus tres pabellones por orden de la Junta de Castilla y León, que vio 'fallos en su estructura'.
Tras la clausura, el patronato, que contaba con 170 camas, tuvo que dar de baja a un centenar de internos, entre ellos 34 madrileños (17 menores y 17 adultos) que habían recurrido a esta residencia de Ávila por falta de plazas en su región.
Los familiares de los afectados supieron que éstos se quedaban en la calle a finales de julio, y algunos de ellos recurrieron a la Comunidad en busca de soluciones. De los 17 niños -la mayoría, bajo guarda o tutela del Gobierno regional-, todos menos dos tienen ya otra plaza o pueden seguir tres meses más en el centro de Ávila hasta conseguirla.
Pero la situación de los 17 adultos es mucho peor: al menos ocho permanecen en el domicilio familiar sin otra alternativa a corto plazo, según la FEAPS. Algunos, además de graves discapacidades, sufren trastornos mentales, y sus padres, muchos de ellos ancianos y enfermos, no pueden cuidarlos y viven situaciones muy duras.
El viceconsejero de Servicios Sociales, José María Alonso Seco, dice que, de los 17 adultos, 'sólo siete' tienen solicitada plaza en residencias de Madrid para disminuidos psíquicos graves. 'De los otros 10 no sabemos nada', asegura. 'De los siete que han recurrido a nosotros, dos ya han conseguido plaza; uno está a punto de lograrlo y otro está pendiente de valoración. Otros tres tienen un baremo bajo, porque su discapacidad es más ligera, y tienen pocas posibilidades, ya que en la lista de espera para los centros hay personas con más puntos; la única opción es reubicarles en residencias privadas', matiza.
Según los datos de Asunción Domingo del Álamo, responsable de atención social de Feaps, dos menores y ocho adultos con plaza solicitada siguen aún esperándola. De otros 10 no tienen dato alguno. Ella considera que el problema radica en la falta de residencias en Madrid para discapacitados graves. 'Están todas a tope y los afectados se ven obligados a marcharse a otras provincias', asegura Domingo.
'Lo que no entiendo es cómo la Comunidad dice que hay afectados con puntuación baja, porque yo conozco algunos que, con serios problemas mentales, están a cargo de padres mayores y enfermos; si eso no da puntos, ¿qué puede darlos?', concluye.
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