Aznar duda de la autoridad de Zapatero por la crisis del pacto de altos cargos y en San Sebastián
El presidente dice que le 'da igual' que González critique el uso que él hace de la Constitución
José María Aznar aprovechó su segundo mitin en la campaña gallega para cuestionar ayer abiertamente la falta de autoridad del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, por permitir que bordeen la ruptura pactos tan importantes como el que permitía gobernar hasta ahora en San Sebastián al socialista Odón Elorza con el PP y el de cargos institucionales como consecuencia de un debate parlamentario. Aznar exigió a Zapatero una corrección de esa disputa municipal y de la presencia de socialistas en la Conferencia de Elkarri para mantener con sentido el Pacto Antiterrorista. El presidente aludió indirectamente también a Felipe González cuando se negó a jugar 'a ninguna ruptura real o ficticia' de la Constitución.
El presidente tropezó ayer a la entrada del recinto en el que se iba a celebrar el mitin, el Auditorio Municipal, con que un vecino de la localidad, José Prado Castiñeiras, de 44 años, se prendió fuego para llamar la atención sobre una pancarta que quería enarbolar ante Aznar en la que protestaba porque ni la Xunta ni unas monjas locales le querían dejar visitar a su hija. Prado, que según algunas fuentes padece trastornos psíquicos, fue trasladado a varios hospitales y atendido de distintas quemaduras, sobre todo en los brazos.
Aznar no tuvo ocasión de observar su pancarta pero sí llegó a Lugo alertado sobre la crisis municipal que se vive en San Sebastián y sobre algunas críticas que le ha formulado contra su manera de utilizar la Constitución el ex presidente socialista González. El jefe de Gobierno construyó la primera parte de su discurso, como lleva haciendo en las últimas semanas, sobre la base del nuevo escenario de incertidumbre mundial generado tras el ataque contra EEUU. El presidente elaboró una metáfora sobre lo rápido que suben algunos la escalera de la solidaridad y lo veloz que se 'escaquean' otros de la de la responsabilidad. Aznar recordó de nuevo que España, a la que le hubiese gustado sentir más cercanía en el pasado por su dolor ante ETA, ahora no puede mirar para otro lado.
En ese contexto, Aznar insistió en la necesidad de apostar por la estabilidad institucional, en el mundo, en España y también en Galicia, un concepto que él identifica a la madurez política de Manuel Fraga, de 78 años, que se presenta a su cuarto mandato.
Estabilidad institucional
Con la disculpa de defender la estabilidad institucional, Aznar repitió sus tesis actuales de vigencia a ultranza de la Constitución como un marco 'en el que caben todos para defender lo que sea con tal de respetar las reglas de juego'. Aznar recalcó que su Gobierno aboga por desarrollar al máximo la Constitución con el Estado de las Autonomías, pero sin reformarla. Y fue ahí, cuando de forma colateral, apuntó contra Felipe González, al asegurar que ni él ni su partido permitirá que se juegue a 'ninguna ruptura real o ficticia'. Aznar comentó que le 'da igual' que algunos le critiquen por continuar defendiendo la vigencia de la Constitución.
Embarcado en ese tipo de frases equívocas e incompletas, Aznar se dirigió con toda concreción a Rodríguez Zapatero, para, sin citarle con su nombre, exigirle que hable con su misma 'claridad y determinación'. El jefe de Gobierno se adentró entonces en la ruptura ayer del pacto de gobierno municipal en San Sebastián, del que culpó al alcalde socialista sostenido por el PP, para echarle en cara que haya llegado a ese punto en una ciudad de la que recordó cómo planta cara al terrorismo, los múltiples asesinatos cometidos por ETA y especialmente el del popular Gregorio Ordóñez. Aznar tildó de 'auténtico disparate' esa crisis 'en estas circunstancias' porque entiende que 'no lleva a ningún sitio' y no hace nada más que ayudar a los terroristas y sus aliados. Aznar cuestionó, en esa misma línea, la conferencia por la paz convocada por el movimiento Elkarri, por buscar en el fondo equiparar a las víctimas y a los verdugos, y volvió a mirar a Zapatero al reclamarle 'palabras claras' para que explique cómo 'es compatible' firmar y sostener en Madrid el Pacto Antiterrorista con el Gobierno Central y que algunos socialistas participen en esa conferencia de Elkarri.
Aznar se preguntó varias veces en alto señalando a Zapatero: '¿Quién toma las decisiones ahí?, que hable claro, no se puede mirar para otro lado, estas cosas no deben pasar'. El presidente del Gobierno acusó a Zapatero de falta de 'responsabilidad y madurez' por no tomarse dos o tres minutos para detenerse a reflexionar y no romper 'como consecuencia de un debate parlamentario' un acuerdo tan relevante como el de los cargos constitucionales.
Fraga aprovechó el acto para presumir ante Aznar y las más de 1.000 personas que abarrotaron el auditorio de los logros conseguidos en estos mandatos por las principales multinacionales gallegas, y citó a Zara, Zeltia y Coren, para reseñar lo mucho que se ha transformado y modernizado esta comunidad desde la época de los 'menciñeiros' (curanderos) que él conoció en su juventud.
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