Aznar invoca la incertidumbre mundial para defender la reelección de Fraga
El líder del PP abre la precampaña gallega advirtiendo que 'el momento no está para bromas'
José María Aznar defendió ayer la figura de Manuel Fraga, en lo que según él tiene de símbolo de estabilidad de los valores democráticos y de la libertad, como la mejor la mejor garantía en Galicia, en España y en el mundo para afrontar un escenario internacional 'que no está para bromas', aventuras o riesgos tras el ataque terrorista a Estados Unidos y las consecuencias que de él se pueden derivar en la economía. En un mitin con el que abrió la precampaña electoral de su partido de cara a las elecciones gallegas del próximo 21 de octubre, el presidente del Gobierno recordó la dramática experiencia de España en relación con el terrorismo de ETA para garantizar a Estados Unidos la total cooperación de nuestro país en la búsqueda, 'castigo' y 'derrota, con respeto a las normas del Estado de Derecho', de los autores de la 'hecatombe' provocada el pasado martes.
Aznar casi pidió disculpas a los cerca de 10.000 simpatizantes del PP gallego concentrados ayer en el Monte do Gozo, cerca de Santiago de Compostela, por tener que dedicar casi todo su discurso de inicio de precampaña a los recientes atentados en Estados Unidos. Aznar aprovechó para lanzar una invectiva general contra el terrorismo y los peligros del 'fanatismo ciego', ya sea de justificación 'religiosa, étnica o nacionalista radical'.
El jefe del Gobierno español considera que con los atentados del pasado martes 'todos hemos sido golpeados, y a todos nos han conmovido', porque suponen 'un ataque a todos los demócratas' y 'un ataque contra la humanidad'. Aznar recordó que los españoles, 'desgraciadamente, sabemos lo que es aguantar, soportar y plantar cara durante muchos años, y con muchas pruebas, a la crueldad terrorista'. Y destacó que también 'sabemos el dolor que infringe' el terrorismo. Argumentos que le llevaron a concluir de nuevo que 'con el terror ni se transige, ni se dialoga; simplemente se le derrota, que es lo que haremos'.
Aznar insistió en que en la lucha contra el terrorismo hay que ser 'inflexibles', porque 'todos los terrorismos son iguales, es simplemente terrorismo; ni hay explicación ni causa que lo pueda amparar'. El presidente sostuvo que a los terroristas no se les puede conceder ventajas ni 'dar amparo intelectual o cobertura', porque ese traslado al 'otro lado de la raya' significaría 'el fin de la convivencia'. Aznar insistió en que todos los terroristas deben ser 'perseguidos y castigados, de acuerdo a las normas del Estado de derecho y la justicia internacional'. Y reclamó para Estados Unidos algo más que comprensión y colaboración de España y de los aliados de la Unión Europea, a la que exigió 'un paso al frente' en el impulso de todo tipo de medidas para acabar con el terrorismo. El presidente pidió que Estados Unidos sea juzgada con más justicia, teniendo en cuenta su labor en las dos guerras mundiales y frente a la amenaza comunista cuando aún no había caído el muro de Berlín.
El líder del Partido Popular precisó que la alianza de España y la Unión Europea con Estados Unidos no es 'unilateral, ni cuando a uno le conviene, sino recíproca, para todo y sin distinciones cuando el terrorismo está por el medio'. En ese contexto, subrayó que 'en las grandes crisis, el corazón se rompe o se fortalece', y que España ya ha dado sobrados ejemplos de cómo abordar con entereza el embate terrorista.
'Una tarea no terminada'
Ninguno de los muchos oradores del PP que intervinieron ayer en el Monte do Gozo ante unas 10.000 personas, según la cifra de asistentes que dio la Policía Municipal, aludió al complicado asunto de la sucesión de Manuel Fraga, una cuestión que no está en debate ni ahora ni de cara a las elecciones de 2005, aunque Fraga cumplirá dentro de un mes 79 años. Por el contrario, todos subrayaron la importancia de Fraga para garantizar la continuidad del proyecto del PP en Galicia. Hasta Aznar. El presidente pidió el voto para Fraga de forma indirecta al reclamar su continuidad para cumplir 'una tarea gigantesca y no terminada'. Aznar enfatizó que 'nadie puede negar' la transformación efectuada en Galicia por Fraga en 12 años y exigió otro mandato más él para 'no parar ni poner en riesgo ese proyecto de modernización y de impulso'. Aznar recuperó incluso las apelaciones indirectas al nuevo escenario mundial tras los atentados contra EE UU para destacar que, 'por razones internas de Galicia y porque la situación no está para bromas', Fraga es la mejor apuesta. A su juicio, 'no es momento de sembrar incertidumbres', sino de 'marcar claramente el camino' sumando 'voluntades y peldaños', como promete Fraga.
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