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La FIAC de París toma el pulso al mercado del arte contemporáneo

La feria dedica un gran espacio al vídeo

La Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) de París, que se inauguró ayer y que permanecerá en la capital francesa hasta el próximo lunes, es esperada este año con especial atención. Las 163 galerías asistentes, 10 de ellas estadounidenses, presentan obras a unos compradores que no se sabe si acudirán a la cita o si, como ha ocurrido con los flujos turísticos, se dejarán ganar por la morosidad imperante tras el fatídico 11 de septiembre.

La vigésimo octava edición de la FIAC viene a confirmar las opciones adoptadas por el salón hace un año: ampliar el espacio de los pabellones, favorecer las galerías que presentan obra de un solo artista -un 45%- o de carácter monográfico, y potenciar la visita de los profesionales por encima de los mirones a base de poner la entrada a 90 francos (2.250 pesetas) y dedicar medias jornadas sólo a galeristas y coleccionistas.

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Los más de 200.000 visitantes de hace pocos años serán ahora menos de 80.000, pero, hasta el atentado contra las Torres Gemelas se confiaba en superar el volumen de ventas de años anteriores. Desde un punto de vista artístico, la gran novedad son los 500 metros cuadrados dedicados al vídeo: el Video Cube.

Galerías españolas

La FIAC acoge 81 galerías francesas y 82 extranjeras, entre ellas nueve españolas: Punto y Luis Adelantado (Valencia); Metta, Guillermo de Osma, María Martín y Salvador Díaz (Madrid), Espai 292, Ferràn Cano y Senda (Barcelona). El artista Luis Vidal García, con su serie de fotografías dedicadas a los 'meninos da rua', es uno de los más esperados aunque también se habla mucho de la mallorquina Susy Gómez, que acude con una instalación específica para la feria presentada por una galería turinesa.

El año 2001 supone la llegada a la FIAC de una primera galería de la China Popular, de Shanghai, y un nuevo desafío para un mercado al que se le reprocha el limitado potencial de sus coleccionistas y una tendencia a depender de las compras institucionales, cuestión que es contestada con vigor por galeristas como Olivier Antoine, de Art: Concept, para quien 'se trata de un prejuicio', pues 'todas las galerías europeas reciben ayudas, ya sea en Bélgica o Reino Unido. En Holanda llegan de estructuras semiprivadas como la Fundación Mondrian, pero el sistema es comparable al vigente en Francia'. Para Antoine, es una falsedad decir que el arte francés es institucional, 'sería injusto ser criticado por chovinismo cuando las colecciones de nuestros museos son las más internacionales'.

La FIAC 2001 servirá como primer indicador sobre el hipotético carácter de 'valor refugio' que puede tener el arte en tiempos de crisis aunque los datos más fiables -y transparentes- nos los proporcionarán las próximas subastas de Christie's, Phillips o Sotheby's. El arte contemporáneo, durante la crisis de la guerra del Golfo, sufrió una depreciación espectacular, pero entonces salía de una burbuja especulativa en la que ahora no anda atrapado. En París se acaba de celebrar un salón dedicado al arte moderno y contemporáneo. La cifra de visitantes ha sido superior a la de 2000 aunque con casi total ausencia de norteamericanos y con transacciones que no superaban el millón y medio de pesetas.

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