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Los integristas palestinos se alzan contra la policía de Arafat en apoyo de Bin Laden

Gaza queda cerrada a los extranjeros tras la muerte de tres personas en los enfrentamientos

El ataque de EE UU a Afganistán ha hecho estallar por los aires la sociedad palestina, y el germen de una revuelta interna está ya en la calle. Tres estudiantes resultaron muertos y otros cincuenta heridos en Gaza por disparos de la policía en el transcurso de una manifestación, convocada por el movimiento integrista Hamás en apoyo de Osama Bin Laden, contra los bombardeos de Afganistán y en protesta por las detenciones de dirigentes islámicos. La Autoridad Palestina prohibió ayer la entrada en Gaza a todos los extranjeros, especialmente a los periodistas.

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La Autoridad Palestina prohibió ayer la entrada en Gaza de cualquier extranjero. Por primera vez desde que se iniciara hace un año la Intifada, las fuerzas de seguridad al mando del presidente Yasir Arafat han disparado contra la población palestina.

Los incidentes se iniciaron en el centro de la ciudad de Gaza a primera hora de la mañana, cuando centenares de estudiantes de la Universidad Islámica trataron de dirigirse a la sede del Parlamento, para mostrar su indignación por los bombardeos de Estados Unidos contra Afganistán, pero sobre todo para protestar por el arresto de algunos de los dirigentes fundamentalistas de la Intifada que, de manera clara, rechazan la tregua que les quiere imponer Yasir Arafat en la Intifada.

Los manifestantes, que llevaban retratos de Osama Bin Laden y pancartas con frases contra Estados Unidos, fueron dispersados en un primer momento por las fuerzas de seguridad, que lanzaron contra ellos granadas de gases lacrimógenos.

Minutos más tarde los estudiantes lograron reagruparse y acosaron a los policías con piedras, a los que estos contestaron con disparos de sus armas automáticas. Los estudiantes acusaron a la policía de provocar con sus disparos tres muertes, mientras que el gobierno aseguraba que los tiros fueron efectuados por hombres enmascarados que se encontraban entre los manifestantes.

Veto a los periodistas

Los enfrentamientos prosiguieron toda la mañana en el centro de Gaza, mientras las fuerzas de la policía impedían a los periodistas y a las cámaras de televisión acceder a la zona de los disturbios. Diversos vehículos fueron volcados e incendiados, la sede de la compañía aérea palestina fue saqueada y dos comisarías de la policía atacadas y destruidas. Las autoridades han clausurado las universidades más importantes de Gaza, la Islámica y Al Azahar, considerados focos de la revuelta, y decenas de estudiantes han sido arrestados. A última ora de la tarde, la frontera palestina en Gaza quedó clausurada para todos los extranjeros, especialmente para los periodistas.

La revuelta callejera de Gaza amenazaba ayer con extenderse al resto de los territorios autonomos palestinos, especialmente en los campos de refugiados de Cisjordania, donde se habían venido celebrando durante todo el día manifestaciones similares en apoyo a Afganistán y donde desde hace varios días se ha ido también acumulando el odio y la ira contra Yasir Arafat y su política de pacificación. Nadie quiere aceptar una tregua con los israelies. Bin Laden se ha convertido en su bandera.

Determinación de Arafat

Sin embargo nada parece inquietar al presidente Yasir Arafat que anunciaba ayer desde El Cairo su intención de preservar con firmeza el orden en la calle, impedir manifestaciones en favor de Afganistán contra Estados Unidos y, sobre todo, preservar el alto el fuego con los israelíes.El presidente parece tener muy presente lo sucedido durante la Guerra del Golfo, cuando los palestinos fueron duramente castigados por ponerse al lado de Sadam Husein y frente a la coalición occidental liderada por Estados Unidos.

El Gobierno de Arafat no ha hecho ninguna declaración oficial con respecto a los bombardeos sobre Afganistán. Se ha limitado a sugerir que los países árabes deberían tomar una posición común en la cumbre de la Organziación de la Conferencia Islámica que se inicia hoy en Qatar.

Al mismo tiempo la cúpula palestina ha tratado de desmarcarse del discurso de Bin Laden, que vinculó la continuación de los ataques terroristas contra Estados Unidos al futuro del Estado de Palestina: 'La opresión, el terrorismo y el asesinato en Palestina cometidos no justifica o da cobertura a nadie para matar terroristas y civiles en Washington o Nueva York o en ningún otro sitio'.

Israel, por su parte, se encuentra en situación de máxima alerta. El primer ministro Ariel Sharon, a través de un comunicado oficial, se ha puesto a la entera disposición de Estados Unidos en su combate contra Afganistán. Pero todos, incluido al ministro de Defensa Benjamin Ben Eliezer, quieren dar la sensación que el actual conflicto queda demasiado lejos: 'Mientras los ataques se centran en Afganistán, éstos no tienen nada que ver con Israel'.

Manifestantes palestinos lanzan piedras contra la policía en el centro de Gaza durante la protesta contra los bombardeos.
Manifestantes palestinos lanzan piedras contra la policía en el centro de Gaza durante la protesta contra los bombardeos.AP

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