15 imputados por brotes de peste en Lleida declaran hoy ante el juez

Quince imputados por los brotes de peste porcina clásica en la provincia de Lleida comenzarán hoy a declarar en el Juzgado de Instrucción número 3 de Lleida. Las empresas Pinsos Gatnau y Pinsos Yak son sospechosas de haber ocultado la aparición de la peste y haber favorecido así su propagación por las comarcas leridanas.

Inicialmente, la investigación también incluyó a las empresas integradoras Picber y Pinsos ARB, pero ambas aportaron al juez documentación que demostraba que no escondieron la aparición de la enfermedad, lo que motivó que se archivara su expediente.

Los responsables de la empresa integradora Pinsos Gatnau abrirán mañana la ronda de declaraciones de imputados en la investigación abierta por la Fiscalía de Lleida en relación con la aparición de la peste porcina en la provincia.

También en calidad de imputados por un delito de daños serán citados a declarar ante el juez los responsables de Pinsos Yak, que completan la ronda de interrogatorios a empresas integradoras, con el objetivo de determinar si realmente hubo una importación ilegal de cerdos y si esto introdujo el virus en Lleida.

En el caso de que alguno de los imputados fuera declarado culpable del delito de daños, el juez podría condenarle a una pena de entre uno y tres años de prisión, y a pagar una multa de hasta 36 millones de pesetas (216.364 euros). Si fueran declarados culpables de un delito de daños por imprudencia, la pena se reduciría a una multa de hasta 13,5 millones de pesetas (81.136 euros).

Buscar culpables

El pasado 14 de junio se declaró oficialmente el primer caso de peste porcina en Soses (Segrià) y nadie pudo explicar cómo se había producido. Desde aquel momento, tanto la Administración como las organizaciones ganaderas iniciaron la búsqueda del culpable o culpables de la nueva situación de crisis en el sector porcino, una búsqueda que se intensificó a raíz de que el Ministerio de Agricultura confirmase que el virus procedía de un país del Este de Europa.

En los días siguientes, aparecieron nuevos casos en Mollerussa, Golmés y Vilanova de l'Aguda, y tomó consistencia la sospecha de que la propagación del virus se había producido por el movimiento de animales.

Ocho días más tarde, el 22 de junio, la peste llegó a Penelles (Noguera). Se trataba del sexto foco. Dos hechos han centrado la atención en esta zona. El primero es un informe del Departamento de Agricultura que mantiene que fue este sexto foco el que intodujo la peste en Lleida, procedente de una importación de Cuenca. El segundo se produjo hace pocos días, cuando Agricultura decidió sacrificar toda la cabaña porcina de Penelles en un radio de 40 kilómetros y desde entonces no se han producido más casos de peste.