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SANIDAD

Faltan medios contra las enfermedades mentales

Los trastornos mentales representan el 12,5% de la carga global de enfermedades, según la OMS

María, una viuda de 62 años, se desespera con su hijo: acaba de cumplir los 30 y lleva desde que le diagnosticaron esquizofrenia, hace 14, metido en su habitación. 'Cuando tiene una crisis lo ingreso en el hospital y a los quince días lo tengo en casa. Necesito que un médico venga y le anime a salir, porque yo no puedo con él. Que me den un respiro', se queja.

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Los temibles manicomios se han ido cerrando desde que con los primeros neurolépticos se iniciara la reforma psiquiátrica en los años ochenta, hasta reducir el 60% de sus camas. Dos décadas después, el 80% de los enfermos mentales graves viven con sus familias, como pretendía la reforma, según la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Enfermos Mentales (Feafes), pero no se han creado suficientes recursos asistenciales para ayudarles en la ardua tarea de atenderles día a día. Las enfermedades mentales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), representan el 12,5% de la carga global de enfermedades, sobrepasando al cáncer y los trastornos cardiovasculares.

'Se han puesto las bases: que la enfermedad mental sea una más y que esté integrada en los hospitales generales. Pero queda mucho por hacer. Actualmente, el problema más grave es la atención a las familias', afirma Enrique Baca, psiquiatra de la clínica Puerta de Hierro de Madrid. 'La carga que soportan es enorme y la ayuda que reciben, insuficiente. No debería ser así: son imprescindibles en el tratamiento del paciente', añade.

El tejido asociativo no ha tenido más remedio que crecer. Unas 26.000 personas de toda España, entre familiares y afectados, la mayor parte de esquizofrenia, se agrupan en la confederación Feafes. 500 personas de la federación en Madrid (Femasam) se manifestaron ayer con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra el día 10. No quieren que vuelvan los manicomios, piden más recursos y la reinserción laboral de este colectivo. 'Falta un 20% de camas hospitalarias y un 17% en centros de día', afirma Víctor Contreras, presidente de Femasam. La federación catalana también reclamaba el pasado jueves 5.000 millones de pesetas más en el presupuesto de salud mental de la Generalitat.

No existe una estadística global de los medios de la psiquiatría española debido a la transferencia de competencias, todavía sin finalizar, a las comunidades. 'En Europa se tiende a reducir el número de camas hospitalarias. La atención comunitaria beneficia al enfermo, es económicamente eficiente y respeta los derechos humanos', explica Benedetto Sarraceno, de la OMS en Ginebra. España e Italia, donde la institución familiar tiene un importante papel social, han reducido las camas hospitalarias: hay entre 1 y 5 por 10.000 habitantes. Alemania tiene entre 5 y 10, y Francia y Dinamarca más de 10, según la OMS. Pero esta reducción debe ir acompañada de la creación de otros recursos como la asistencia domiciliaria, minirresidencias o pisos. Sarraceno muestra su admiración por el modelo español de asistencia psiquiátrica. 'Algunas experiencias en Andalucía, Asturias o Cataluña son de primer nivel. Tienen resultados admirables y son un ejemplo a seguir', afirma.

En Cataluña existe una experiencia piloto, el Programa de Seguimiento Individualizado, que está dando excelentes resultados, según la federación catalana. La asistencia domiciliaria es casi inexistente en España, aunque reduciría costes. 'Los centros de rehabilitación y los hospitales de día están muy bien, pero, si el enfermo no está medicado, a ver cómo le sacas de casa. Es necesaria la asistencia a domicilio y un servicio de urgencias', explica Hilario Crespo, presidente de la federación aragonesa.

Personalidades límite

En la Comunidad de Madrid, otro de los déficit asistenciales es el de las hospitalizaciones superiores a 15 días. 'Los enfermos de personalidad límite requieren hospitalizaciones más prolongadas para completar el tratamiento y no hay camas para ellos', afirma el psiquiatra Enrique Baca. Es el caso del hijo de 23 años de María Teresa, enfermo desde los cinco. En su tratamiento ha gastado 'millones' en clínicas privadas. 'Durante las crisis se vuelve muy agresivo. Ahora estoy bien, porque está ingresado, pero temo el momento en que salga', explica angustiada.

En la Comunidad de Madrid, Abelardo Rodríguez de Servicios Sociales calcula que sólo se cubre un tercio de las necesidades: debería haber 500 plazas en minirresidencias, en lugar de las 128 que existen, que con los pisos supervisados y las pensiones ascienden a 162. Pero, según un informe publicado por la federación madrileña, harían falta 3.309.

'Los condones son románticos', reza un póster de una habitación en la minirresidencia para enfermos mentales graves Carabanchel de Madrid. Cuenta con 24 plazas y una lista de espera de 13, y es una de las siete de esta autonomía. 'Cada uno se la decora como quiere. Tratamos de que la vida sea lo más familiar posible', explica Begoña Collantes, su directora.

Paco, de 43 años, padece esquizofrenia desde los 17, y vive en la mini desde hace tres años. Cada día se levanta, se asea, ayuda a preparar el desayuno y asiste a las actividades. Por la tarde se va al cine o al bar. 'Me gustaría vivir en un piso solo', comenta. Sabe que es muy difícil. La Comunidad de Madrid cuenta con sólo 41 plazas en 10 pisos supervisados. Pese a sus quejas, Paco, tutelado por la Comunidad, admite que es un afortunado por vivir en la residencia: 'No tengo a donde ir', afirma.

Rosa, de 45 años, enferma de esquizofrenia, sí tiene a donde ir, vive con sus hijos. Desde hace años, acude cada día a las actividades del Centro de Rehabilitación Psicosocial Martínez Campos, de Madrid. En este momento hay 705 plazas en estos centros, pero Rodríguez calcula que son necesarias 1.500 y una mejor distribución para que el enfermo no tenga que desplazarse largas distancias. Según Femasan, harían falta 2.036.

Rosa está tan bien que ya no le importa que las vecinas la miren 'un poco raro'. Según la directora del centro, Chole Chamorro, 'incluso lleva un par de años ejerciendo de madre. Nos gustaría desengancharla del centro, pero ella no quiere. Ahora está muy contenta'.

Manifestación en Madrid con motivo de la celebración el próximo día 10 del Día Mundial de la Salud Mental.
Manifestación en Madrid con motivo de la celebración el próximo día 10 del Día Mundial de la Salud Mental.ULY MARTÍN

El trabajo, la mejor terapia

'En España sólo alrededor de un 9% de personas afectadas por trastornos mentales posee un puesto de trabajo, frente al 34% de Europa', afirma Víctor Contreras, presidente de la Federación Madrileña de Asociaciones Pro Salud Mental (Femasam). Los talleres ocupacionales persiguen la inserción laboral como un paso determinante para la rehabilitación social del enfermo mental. El 80% de los afectados que acuden a estos talleres padecen esquizofrenia. Otros trastornos, como el bipolar, no deterioran tanto al enfermo. 'La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que padece el 1% de la población y tiene una alteración cerebral clara. Es una de las que más deterioran al enfermo y alteran su conducta. Está relacionada con el metabolismo de la dopamina, uno de los neurotransmisores que permiten la comunicación entre las neuronas. Los esquizofrénicos tienen esa comunicación alterada. Es de evolución prolongada, pero medicándose y con rehabilitación la gran mayoría vuelve a tener una vida como antes. No hay que ser pesimista, hay mucho que hacer', afirma el doctor Enrique Baca, de la clínica Puerta de Hierro de Madrid. En Andalucía, la Fundación Andaluza para la Integración del Enfermo Mental (Faisem) de la Junta de Andalucía ha apostado por integrar al enfermo mental en el medio laboral formando una red única en España. Los talleres ocupacionales ofrecen 1.200 plazas, cubiertas en un 80%. Después viene el empleo. 'En cada provincia cuentan con una empresa social, de carpintería, decoración, restauración, informática y cuidado y adiestramiento canino. En agosto de 2001 habían dado empleo a 302 personas, 225 de ellas con discapacidad mental, y desde su aparición han generado 1.000 puestos de trabajo en una comunidad autónoma con una tasa de desempleo por encima de la media nacional', explica Ladislao Lara, gerente de Faisem.

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