El legado del azúcar de caña

Granada, una de las provincias españolas con una tradición industrial más larga y floreciente desde la época musulmana hasta principios del siglo XX, tiene como principal referente del desarrollo de su industria, sobre todo a finales del siglo XIX, la ciudad costera de Motril, vinculada desde hace siglos a la fabricación del azúcar de caña.

Aún pervive en la costa granadina, en Salobreña, una industria azucarera de estas características, pero su producción es muy limitada, dada la desaparición paulatina del cultivo de la caña de azúcar.Este problema motivó el cierre, en 1984, de la principal factoría de la zona, Nuestra Señora del Pilar de Motril, una de las últimas de España dedicada a la extracción del azúcar de la caña. Pero sus restos quedan como parte del patrimonio industrial andaluz, ya que su importancia en la época en la que funcionó a pleno rendimiento y las innovaciones industriales que incorporó hacen de esta fábrica 'un ejemplo casi único en España', según informó María Vicenta Barbosa, del Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Granada.

Con motivo de la celebración de las Jornadas Europeas de Patrimonio Histórico, dedicadas este año al legado industrial, la Junta de Andalucía ha organizado hoy una sesión en Granada de puertas abiertas, con visitas guiadas a algunos de los edificios y museos más representantivos de la época de la revolución industrial.

En Motril, donde comenzaron las jornadas ayer con una conferencia sobre los ingenios (fábricas manufactureras) azucareros de la costa de Granada, está prevista hoy una visita a la azucarera Nuestra Señora del Pilar y al Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar en la Casa de la Palma, con el objetivo de dar a conocer esta parte más desconocida del patrimonio. El delegado de Cultura en Granada, José Antonio Montilla, admitió que el estado de conservación de este tipo de legado cultural 'no es bueno' porque 'no existe concienciación por parte de los ciudadanos de la importancia de estos restos industriales'. Además, la mayor parte de los edificios industriales y su maquinaria están en manos privadas, lo que dificulta su conservación y apertura al público. La catalogación de este patrimonio se encuentra en una 'fase incipiente', según Montilla.

La fábrica azucarera de Motril es uno de los pocos ejemplos de este tipo de edificios que está protegido como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. El Ayuntamiento tiene previsto realizar allí el futuro Museo del Azúcar de Motril, donde sepodrá seguir todo el proceso de fabricación, tanto artesanal como industrial.

Actualmente sólo se conserva parte del trazado original de la fábrica Nuestra Señora del Pilar, que cuando fue contruida en 1881 era una factoría-colonia, típica del mundo azucarero, donde había dependiencias para la fabricación, viviendas para los propietarios y un barrio adosado para el alojamiento de los obreros especializados, aperos agrícolas destinados a las bestias de carga y jornaleros que se contrataban para la monda y el transporte de las cañas.

Pero lo que hace más importante esta fábrica son sus restos de maquinaria, ya que la hay de muy distintas épocas. A través de estos instrumentos productivos, especialmente de las máquinas de vapor, es posible seguir el proceso de introducción de las innovaciones tecnológicas a lo largo de casi un siglo. La factoría sufrió una ampliación en 1920, lo que supuso una gran concentración de máquinas, muchas de ellas procedientes de otras fábricas. Por ello hoy es posible encontrar utensilios de distinta procedencia y época.

Remolacha

Mientras la costa ha mantenido siempre la extracción del azúcar de la caña, en la vega granadina funciona la industria de transformación de la remolacha. Ejemplos de ello son la fábrica de San Juan o la de San Isidro, que forma parte del programa de visitas previsto para hoy. A las 11 de la mañana comienza el recorrido guiado por estas instalaciones, que se construyeron en 1901 y que cesaron su actividad en 1983, por lo que ésta es la última fábrica de la vega.

La factoría está formada por un conjunto de edificios agrupados en tres núcleos: fábrica de azúcar de San Isidro, alcoholera y fábrica de San Juan, que fue adquirida por la anterior en 1929, para su ampliación.

Tanto la industria azucarera de la costa como la de la vega granadina supuso a finales del siglo XIX el desarrollo de un próspero comercio exterior que ayudó a industrializar toda la provincia y comenzó a decaer a partir de 1910.