O 'vírgenes' o 'guarras'

'Chicas guarras', 'jóvenes sementales', muchachas que se ofrecen 'sin más a la inmolación', alcohol y baile que 'facilitan, como se sabe, un intercambio sexual mucho más egoísta y prosaico', preservativo como 'instrumento de caza' o 'amuleto'... Son algunas de las perlas con las que se define el universo juvenil sobre el que se ha realizado un estudio encargado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a la empresa Millward Brown, y que ayer hizo público el diputado socialista Óscar Iglesias. El informe -que abunda en consideraciones morales como el pecado o la promiscuidad, y moraliza sobre asuntos como las drogas o el control paterno- fue hecho en base a 14 entrevistas a jóvenes de ambos sexos de entre 17 y 19 años, y completado con la visita a siete farmacias. A pesar de tan corto muestreo, el estudio llega a la conclusión de que el preservativo lo utilizan los 'jóvenes bien encarrilados en la vida' y no lo utilizan o lo utilizan menos 'los jóvenes con problemas' en los estudios y sin futuro.

Los chicos 'no se creen que vaya a suceder', y las chicas 'piensan que no quieren que suceda'

En un lenguaje procaz en ocasiones, descarnado y rozando lo soez en otras, el estudio analiza lo que el mismo texto considera 'población de riesgo', en la que sitúa a 'jóvenes de clase media y baja implicados en comportamiento sexual regular'. No define lo que entiende como comportamiento sexual irregular, aunque el mismo texto advierte de que quizá la elección del término 'población de riesgo' sea desafortunada. Y, tal vez por el escaso muestreo, también dice que 'no se pueden establecer extrapolaciones cuantitativas acerca del comportamiento sexual general de la juventud'.

El preservativo se lleva, afirma el informe, porque es 'un medio de caza', 'amuleto', 'llave'. Pero, en la mejor tradición de la moral española, son las chicas las que deben tomar las precauciones: 'Son ellas las que deben imponer la norma de que sin preservativo no hay nada que rascar'. Así que, a continuación, el informe lamenta: 'Es preocupante observar la frecuencia con la que algunas chicas renuncian a esa potestad para atender al capricho del príncipe encantado'.

Seguramente en un afán de aproximarse al lenguaje de este colectivo de jóvenes al explicar los comportamientos -que aparentemente desprenden 14 entrevistas-, subraya, al hablar de cuándo se utiliza el preservativo: 'Lógicamente cuando no es tan tonta como para ofrecerse sin más a la inmolación'. Y es el chico el que se lo pone voluntariamente 'cuando no está del todo seguro si la chica será o no una guarra'. 'Su vocación son las vírgenes, pero no siempre se puede estar seguro de con quién puede uno acabar en esas noches locas', añade.

Sabido es que siempre hay un semental en la manada -lo dice el texto- y que hay otros que van a ver si cazan algo. Los autores del estudio se preguntan: '¿Qué hacen los otros, los que no ligan tanto pero que acompañan al semental en sus incursiones en la noche?' Pues ellos, según han descubierto a través de las 14 entrevistas, 'se olvidan menos del preservativo'. El informe identifica la noche con sexualidad y preservativos.

Los autores del estudio plantean ideas en las que unen el concepto de deseo al de expiación. Se tachan de 'dramáticas y traumáticas las relaciones sexuales' y se advierte sobre el incremento del consumo de la píldora del día siguiente, que impide el embarazo.

El acto sexual es 'un milagro'. Los chicos 'no se creen que ello vaya a suceder', y las chicas 'piensan que no quieren que suceda'. 'A pesar de ello', se admiran los autores, 'el milagro sexual se produce', y , dado que uno no se lo creía y la otra no lo quería, 'es obvio que va a pillar a ambos desprevenidos'. Pero, ¿dónde ocurren estas cosas? Lo explica el texto: 'Entre el alcohol y el baile se facilita, como se sabe, un intercambio sexual mucho más egoísta y prosaico'. Los autores no se resisten a incluir una nota a pie de página sobre lo que se mezcla con la bebida y el baile: '¿Por qué no decirlo?, también las drogas'.

El estudio, que lleva el epígrafe Estudio 4598. La venta de preservativos a la población adolescente y joven desde las oficinas de farmacia de la Comunidad de Madrid, es, para el socialista Óscar Iglesias, de 'nulo rigor', 'lenguaje insultante y machista' y 'con una fuerte carga de ideología reaccionaria'. Iglesias se preguntaba ayer si puede pagarse con dinero público 'un trabajo en el que se da una imagen tan negativa de la juventud'. En su opinión, el informe 'criminaliza a los jóvenes de clase baja, critica la información y acceso a los centros de planificación familiar' y viste de 'dramatismo las relaciones sexuales'.