Una agencia utilizó huesos de bebé para pruebas nucleares
La Autoridad británica para la Energía Atómica utilizó huesos de bebés muertos para pruebas nucleares sin notificárselo a los padres, según reconoció ayer. Cerca de 6.000 fémures se extrajeron de cadáveres de bebés entre los años 1954 y 1970 para un estudio destinado a medir los efectos de las pruebas nucleares y que se llevó a cabo en Glasgow (Escocia) y Woolwich, un barrio en el sureste de Londres.
Los investigadores descubrieron que los niveles de estroncio 90, un peligroso elemento que opera de modo similar al calcio, se elevaban notablemente en pruebas atómicas. La elaboración del estudio llevó a la suspensión de las pruebas con armamento nuclear al comprobarse lo peligroso que podría resultar.
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