_
_
_
_
_
Reportaje:

El arte del cine sale ganando

La ausencia de estrellas no logra deslucir la programación del 49º Festival Internacional de Cine de San Sebastián

Maribel Marín Yarza

Primero fue la muerte de Paco Rabal, que conmocionó al cine español y dejó al Festival Internacional de San Sebastián huérfano de uno de sus tres premios Donostia. Luego, el atentado contra el World Trade Center, que hizo caer con las torres gemelas los nombres más selectos de la lista de estrellas: Julie Andrews, Warren Beatty, Mira Sorvino, Glenn Close... Uno a uno, fueron borrándose del cartel. Mikel Olaciregui no tenía ante sí un panorama muy halagüeño en vísperas de que comenzara la 49ª edición del certamen, su primera al frente de la dirección. Pero ha salido más que airoso de la prueba de fuego.

Los críticos coinciden en que la programación ha sido la mejor de los últimos cuatro años. 'Entre las 18 películas no ha habido una excepcional, pero sí 10 buenas y eso suele darse en muy pocas ocasiones'. Es más, hay quienes apuntan incluso a que la Sección Oficial, la competitiva, ha superado en calidad a la de Venecia. Esta vez, por extraño que parezca, críticos y público se dan la mano. 'He visto mucho y muy buen cine', dice Ana, una cinéfila de 33 años, a las puertas del Kursaal. 'No sé por qué se montó tanto barullo por la ausencia de estrellas. Lo importante son las películas, lo demás son tonterías'. Como Ana, miles de espectadores han respondido masivamente a la variada propuesta del festival: la Sección Oficial, Zabaltegi, los ciclos de Borzage, Iosseliani, Sucedió ayer, Made in Spanish y las sesiones en la pantalla gigante del Velódromo.

'Estamos bastante satisfechos por el respaldo del público y la valoración de los medios'

La organización no ha contabilizado aún el número de espectadores, pero Olaciregui augura unos 200.000, una cifra similar a la del año pasado. 'De lo único que tenemos datos más o menos fiables', dice, 'es de la recaudación en taquilla, de unos 55 millones de pesetas'. Y a renglón seguido añade: 'Creo que hemos llegado a nuestro techo en el nivel de recaudación'.

El festival se presentaba antes de su inicio como una singular carrera de obstáculos, por cuestiones ajenas a la organización. Pero sólo al comienzo. 'Creo que todos nos sentimos, y en este momento no hablo de mí como director sino como el conjunto del comité de dirección del festival, bastante satisfechos. El respaldo del público ha sido masivo, hemos tenido pocas sesiones en las cuales se pudiesen conseguir entradas y además ha habido una buena valoración por parte de los medios de comunicación', afirma Olaciregui.

Se esperaban 1.400 periodistas y más de 1.300 han recogido su acreditación en el Kursaal. La organización sólo ha echado de menos la presencia de algunos profesionales del continente americano y de representantes de programas de crónica rosa Éstos preveían menos glamour que otros años y no se han dejado ver tanto por San Sebastián.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pero a Olaciregui se le ha disipado por completo la angustia que sintió en vísperas de que comenzara el certamen. 'La primera reacción fue un tanto egoísta pero creo que comprensible. Cuando ves que el puzzle en el que has trabajado tanto tiempo se te desmonta, te genera cierta frustración', dice. 'Pero cuando relativizas el tema te das cuenta de que tu contratiempo no es nada comparado con el dolor que han provocado los atentados en Estados Unidos'. Además, quita hierro a la ausencia de estrellas. 'Es cierto que ha habido grandes ausencias, pero también un cierto factor sorpresa con la presencia por ejemplo de Harvey Keitel, Ewan McGregor o representantes de lujo del cine español'.

La tragedia ha robado imágenes al festival. A menos estrellas del celuloide, menos fans en busca de autógrafos a las puertas del María Cristina. Pero no ha afectado a su vertiente cinematográfica. El mismo día 20, el comité de organización se disculpaba por posibles retrasos en la llegada de las películas. Pero finalmente, y aunque algunas copias se han demorado, no ha habido que suspender ninguna proyección, confirman desde el festival.

Algunas mejoras

La programación se ha desarrollado, salvo casos puntuales, sobre el calendario previsto y los pases del Kursaal, con una calidad más afinada que nunca. Porque el festival, en su tercer año consecutivo en esta sede, ha introducido algunas mejoras. En la edición de 2000, la 48ª del certamen donostiarra, se observó que los proyectores del auditorio estaban demasiado elevados con respecto al eje de la pantalla y provocaban un efecto de trapecio y un mal enfoque de la imagen. 'Este año se han bajado al centro de la sala y ahora el enfoque es casi perfecto', explica el director técnico del festival, Daniel Pérez. También se han adecuado los altavoces para lograr un mejor sonido y en la sala de cámara se ha sacado la pantalla de la caja escénica de forma provisional para aumentar su tamaño. 'Son detalles', apunta Olaciregui, 'que el público no nota pero que hay que cuidar para los directores y las productoras'.

El festival se ha desarrollado mejor de lo previsto. Todos tenían unos temores que no han resultado ser del todo fundados. También la directora de la oficina de ventas, Alicia Luna: 'Pensaba que iba a bajar el nivel de compra. Pero ha habido mucho movimiento. Esperamos que se cierren unos 10 contratos, como en 2000'. Entre las firmas ya rubricadas está la distribución, y no sólo en España, del filme suizo Escape to Paradise, de Nino Jacusso, por el que Düzgün Ayhan, logró ayer la Concha al mejor actor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_