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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los otros derechos

El señor Ibarretxe decía en su discurso de investidura que uno de los objetivos de su Gobierno sería la plene integración de las mujeres en la vida política, laboral y social. También son muchas las sentencias de los tribunales amparando este derecho y, sin embargo, son ya seis años los que llevan las mujeres de Hondarribia e Irun sin poder ejercitarlo desfilando en igualdad, como soldados, en el Alarde. Los políticos para lavarse la cara y eludir su responsabilidad nos dicen que se trata de un problema local. ¿Realmente el lehendakari y los votantes del PNV creen que la vulneración de un derecho es un problema local?

También nos dicen que es la gente de Hondarribia e Irún la que tiene que decidir. ¿Es que acaso los derechos individuales pueden ser sometidos a votaciones o a mayorías? ¿Se podría linchar a alguien porque la mayoría lo quiere? Por definición, los derechos humanos son inalienables e intransferibles, te los da el hecho de estar vivo. Otro argumento para defender este comportamiento troglodita es el de la tradición. La tradición, en este caso, es la conmemoración del Alarde en sí mismo, independientemente de que por debajo de este mar de txapelas rojas haya un hombre o una mujer soldado. Si hasta ahora no ha habido mujeres es por la mismísima razón por la que hace años no las había en la universidad, en la política, en el deporte, y en una lista interminable de sitios. A la primera mujer que entró en la universidad en Francia, la apedrearon porque la tradición era que la universidad sólo fueran hombres.

Así pues, señor Ibarretxe, señoras y señores votantes del PNV, estas mujeres que año tras año ven cómo se vulnera su derecho a poder participar a la fiesta y que al intentarlo son insultadas, amenazadas, agredidas y segregadas en su propio pueblo durante todo el año, necesitan que de las palabras se pase a los hechos y que este conflicto, también importante, se solucione.

Señor Ibarretxe, deje de esconderse detrás de frases grandilocuentes y solucione este conflicto que es de su responsabilidad. Su comportamiento en esta vulneración de derechos es equiparable a la de un Aznar con el denominado conflicto vasco, acaso peor, usted ni siquiera lo nombra.

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