La llegada del AVE a Marsella e Italia amenaza el desarrollo de los puertos catalanes

Marsella, la ciudad y su puerto, ha quedado conectada a la red europea de alta velocidad este mismo verano. Paralelamente, los gobiernos de Francia e Italia anunciaron la construcción de un túnel ferroviario bajo los Alpes, entre Lyón y Turín, que permitirá conectar también el puerto de Génova. Este esquema amenaza el desarrollo de los puertos mediterráneos españoles, especialmente los de Barcelona, Tarragona y Valencia.

El esquema portuario europeo funciona sobre la base de los puertos atlánticos: Rotterdam y Amsterdam, en Holanda, y Hamburgo, en Alemania. Para los puertos mediterráneos, la conexión con ellos es esencial, pero esa conexión tiene que ser ferroviaria. Hoy por hoy, los puertos españoles se hallan en inferioridad de condiciones frente a sus principales competidores: Génova, en Italia, y Marsella, en Francia. Ambos disponen de conexiones por tren de ancho europeo, mientras que las mercancías que salen de Barcelona, Tarragona o Valencia tienen que proceder a un cambio de tren en la frontera francesa, lo que supone un lastre.

Marsella dispone, además, de la alta velocidad, y Génova está en camino de conseguirla, una vez que los gobiernos francés e italiano se han comprometido a construir un túnel ferroviario bajo los Alpes.

Los puertos de Barcelona y Tarragona dispondrán de una vía de ancho europeo teóricamente en el año 2004, aunque el Gobierno español ha empezado ya a sugerir que no se llegará a la frontera antes de 2006, pero en ningún caso tendrán conexión con el resto de Europa por alta velocidad ya que Francia prevé que la conversión del tramo entre Montpellier y Perpiñán no se abordará antes del año 2010.

Propuesta de alianza

Este panorama juega a favor de Marsella y Génova, que ya han firmado acuerdos estratégicos con Rotterdam, Amsterdam y Hamburgo, frente a Barcelona, Tarragona y Valencia. Para contrapesar los inconvenientes, los socialistas sugieren la formación de una alianza entre los tres puertos españoles. El objetivo sería potenciar y acelerar la construcción de una línea de ancho internacional para mercancías y pasajeros entre la frontera y Alicante, así como la transformación de la N-340 en autovía.

El diputado socialista Manel Nadal sugiere que Barcelona debería dejar de preocuparse por la competencia de Valencia y prestar más atención a lo que ocurre en Francia e Italia. 'Las discusiones bizantinas entre Cataluña y Valencia', opina, 'consiguen ocultar el incremento constante de tráfico de mercancías generales, de sólidos a granel y de contenedores del puerto de Génova, así como la supremacía absoluta de Marsella en líquidos'.

Un estudio hecho por el Grupo Socialista señala que el puerto de Barcelona ha perdido el 3,7% del tráfico de contenedores durante el último año, mientras que Tarragona ha caído el 10,7% en el mismo periodo. Génova, en cambio, ha ganado el 5,1%, y Valencia, el 6,8%. La cercanía entre Valencia y Madrid no debería llevar a Barcelona a competir con los valencianos. Nadal cree que un pacto sería más beneficioso para ambos puertos.