Enfermeros sí, médicos también

Se quejan de la comida, del mal tiempo y, sobre todo, de la escasa responsabilidad que tienen en los hospitales británicos. Pero la mayoría de los enfermeros o ATS españoles que trabajan desde el pasado enero en la sanidad pública del Reino Unido -acogidos al convenio de contratación entre ambos países- hacen un balance positivo de la experiencia. El experimento, destinado a paliar la carencia de personal sanitario en el Reino Unido, se extenderá a médicos de familia y especialistas clínicos a partir del mes que viene.

Antes que estar en paro, Marta Crespo, diplomada en enfermería, hizo las maletas. Hablaba poco inglés pero, con 23 años, le atraía salir de León y adquirir experiencia en el extranjero. 'Nos dijeron que aquí siguen las mismas técnicas que en España. Pero este es el país del papel, las normas, el cursillo, la supervisión... y hay que demostrar que puedes comunicarte en su lengua y conoces el oficio', dice en el Royal Lancaster Infirmary, el hospital donde trabaja con otros colegas españoles.

'Es frustrante porque no nos permiten sacar sangre, hacer electros u otras funciones que desempeñamos en España. Pero se gana en otros aspectos, como en el trato con el paciente. En España, las enfermeras están al servicio del médico, aquí de los enfermos', continúa. 'Sí', añade Raquel Valera, 'las funciones son muy limitadas y la responsabilidad mínima. Me llevé una gran desilusión. Los sistemas son tan distintos que, hasta que lo asimilas, te sientes frustrada profesionalmente.'

Con 29 años y larga experiencia en el Clínico de Madrid, Valera comprobó pronto que dominar el inglés era la vía para una promoción. Tras lograrlo, sacó la plaza de neonatología. 'No hay racismo y todos tenemos las mismas oportunidades. Pero hay que adaptarse al sistema y aguantar la supervisión de la enfermera jefe hasta ganar su confianza. Sólo entonces pude trabajar con independencia', explica.

Las responsables británicas rechazan las quejas de algunos enfermeros españoles sobre el retroceso profesional que supone el trabajo en el Reino Unido. 'El sistema de supervisión es distinto, pero las funciones clínicas son similares. Los profesionales deben integrarse en el equipo y demostrar que son competentes', señala Viv Pilkington, directora del programa anglo-español. Con siete bajas entre los 80 enfermeros que llegaron a partir del pasado enero, el proyecto piloto se considera un éxito. La nueva contratación, a un ritmo unos 200 enfermeros por trimestre, incluirá información más detallada sobre las funciones y el método de trabajo así como el sobre el destino de los seleccionados.

Junto a enfermeros, la sanidad británica contratará médicos de familia y especialistas clínicos españoles a partir de octubre. En la primera etapa se fichará a 83 médicos con sueldos entre 10 y 12 millones de pesetas anuales. 'Les ofrecemos ayudas y cursos de adaptación para graduados que han pasado el MIR', asegura Pilkington.