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Falsas amenazas de bomba facilitaron los atentados

En el mismo momento en que los terroristas secuestraban sus respectivos aviones, el pasado 11 de septiembre, las compañías aéreas sufrieron una serie encadenada de falsas amenazas de bomba. Los investigadores están convencidos de que dichas amenazas tenían el objetivo de confundir a los controladores y facilitar las acciones terroristas.

Los investigadores empezaron a sospechar sobre la vinculación entre los secuestros y las falsas amenazas cuando entrevistaron a uno de los controladores aéreos. Éste había tardado más de 15 minutos en alertar ante un posible secuestro del avión de United Airlines que acabó estrellándose en Pittsburgh porque se encontraba aplicando los dispositivos correspondientes tras haber sido advertido en dos ocasiones de sendas amenazas de bomba.

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Los investigadores también han descubierto que amenazas similares fueron realizadas contra los operadores de Boston responsables del espacio aéreo de Nueva Inglaterra y parte de Nueva York. En el mismo momento, otros aviones tuvieron problemas de comunicación e incluso perdieron contacto con los controladores.

Fuentes cercanas a la investigación afirman que existen cintas con la grabación de las instrucciones que los secuestradores de dos de los aviones daban a los pasajeros. Los terroristas creían que se estaban dirigiendo a los pasajeros cuando en realidad eran los controladores aéreos quienes les escuchaban. 'Mantened la calma, vamos a volver al aeropuerto', aseguraban los secuestradores.

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