¿Mezquindad política o informativa?

En un acuerdo que se puede calificar de histórico, por su trascendencia y porque no ha habido otro similar anteriormente, el Parlamento Europeo acaba de aprobar una acción europea contra el terrorismo, y como presidente de la Comisión de Libertades y Derechos de los Ciudadanos, Justicia y Asuntos Interiores, gracias al informe redactado por el diputado Graham Watson, del Grupo Liberal Europeo, denominado Papel de la Unión en la lucha contra el terrorismo.

El pleno de la Cámara se pronunció a favor de una acción conjunta contra el terrorismo y pidió al Consejo la adopción de decisiones marco para suprimir los procedimientos formales de extradición, con los votos de 466 diputados, aunque votaron en contra otros 56 (dos de ellos del PPE) y hubo 41 abstenciones. Solicitó al Consejo que iniciara las gestiones precisas para que las legislaciones nacionales en materia de indemnización a las víctimas del terrorismo se aproximen lo más posible, y fundamentalmente, a la creación de un espacio común de libertad, justicia y seguridad.

El señor Watson, compañero de grupo, tomó la iniciativa, redactó y llevó a buen puerto un informe que es fundamental para una Europa democrática, que no acepta ni puede aceptar que los conflictos de orden político, social y ecológico pretendan resolverse por la vía de la violencia terrorista y ha dicho claramente que 'nada puede justificar el uso de la violencia terrorista'. Pero no fue ésa la información que salió a la luz. Consciente o inconscientemente, algunos políticos españoles de los dos grandes partidos representados en el Parlamento, Popular y Socialista, pretendieron reivindicar la propuesta como propia y decidieron sacar un rédito político, particularizado en ellos mismos, de lo acordado por la Cámara. Con un gran despliegue informativo, que ignoraron y pasaron de largo de entrevistar al protagonista político del informe, se negó que la práctica totalidad de los partidos nacionalistas habíamos apoyado la iniciativa. Pero en el colmo del cinismo, también se pretendió quitar mérito a su autor y al Partido Liberal, al que pertenece.

Y para mayor injusticia se publicó, en boca de algunos eurodiputados populares españoles, que el presidente delGrupo Liberal, Pat Cox, había sido ambiguo en la lucha contra el terrorismo y que por eso se estaba cuestionando el cumplimiento del compromiso entre el PP y los liberales de que el señor Cox acceda a la presidencia de la Cámara en enero del próximo año, compromiso que llevó a la presidencia de la primera parte de esta legislatura a la conservadora Nicole Fontaine. Cox declaró, a posteriori, y cuando el daño estaba hecho: 'Soy un demócrata que asume toda la clásica repugnancia hacia el terrorismo', y en lugar de recibir el apoyo de quienes suscribieron el informe realizado por un miembro de su grupo, tuvo que defenderse de infamias y mentiras. Ya algo similar me ocurrió personalmente en la campaña al Parlamento Europeo en 1989, cuando dirigentes populares en algunas islas occidentales de nuestro archipiélago pintorrearon muchas paredes de las islas con el sambenito ATI-ETA, porque habíamos hecho una coalición política con el PNV para conseguir escaños en la Cámara Europea. Soy de los que creen que la verdad triunfa, tarde o temprano. A veces, en política, lamentablemente más tarde que temprano.

Pero no puedo mantenerme en un silencio que mis convicciones no me permiten. Los diputados del Grupo Liberal, entre los que me encuentro, hemos demostrado, desde hace muchísimo tiempo, nuestra inquebrantable adhesión a la paz y nuestra condena a todo acto de terrorismo.

Lo hemos demostrado suscribiendo declaraciones políticas que, por suerte, no se llevó el viento, sino que están ahí, firmadas de nuestro puño y letra. En mi caso, tengo el honor de haber firmado, como representante de las Agrupaciones Independientes de Canarias, el 13 de mayo de 1988, el acuerdo para la normalización y pacificación de Euskadi, pocos meses después de que mi compañero Luis Mardones rubricara, también, el Pacto de Estado contra el terrorismo.

Después de lo sucedido el fatídico martes 11 de septiembre pasado, entiendo que esta acción global de todos contra el terrorismo es cada vez más necesaria.