La Escuela Superior de Música de Cataluña inicia su primer curso con sólo el 83% de las plazas cubiertas
Jordi Savall no consigue atraer ni a un solo alumno para sus clases de viola de gamba
La nueva Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc) empieza su primer curso sin haber cubierto la totalidad de las plazas ofertadas. En total, 117 alumnos, un 83% de las 143 plazas previstas, iniciarán el próximo 1 de octubre el primer curso de los nuevos estudios oficiales de música de grado superior. Pese a que el número de aspirantes fue de 172 alumnos, sólo 117 superaron las pruebas de acceso e incluso diversas disciplinas, entre ellas la viola de gamba, cuyas clases debía impartir un músico del prestigio internacional de Jordi Savall, no han conseguido atraer ni a un solo alumno en este primer curso.
Los responsables de la Esmuc evitaron ayer, en la presentación de la sede provisional de la escuela, aludir a las duras críticas de que fueron objeto por parte de los alumnos de los conservatorios de Cataluña, que acusaron a la Generalitat de ofrecer un número insuficiente de plazas frente a una demanda real mucho más amplia. 'Éste es el primer curso y la escuela es todavía muy poco conocida y genera todavía muchos interrogantes', justificó Lluís Vila d'Abadal, coordinador general de la fundación privada que rige la Esmuc.
Además de la especialidad de viola de gamba, tampoco tienen alumnos oficiales en este primer curso las disciplinas de viola, tuba, flauta de pico, tible y voz en la especialidad de música moderna. 'Hasta el 28 de septiembre se realizan pruebas para admitir alumnos a tiempo parcial. Esperamos que de esta manera al final haya alumnado, aunque no oficial, para estas disciplinas', dijo Vila d'Abadal, que cifró en 50 el número de estos alumnos. Las asignaturas de música moderna tampoco han obtenido la demanda esperada. Según el director de la escuela, el violinista andorrano Gerard Claret, 'no existe la mentalidad de que la música moderna se pueda estudiar en un centro oficial a nivel universitario'.
Frente a la escasa o nula demanda de algunas especialidades, otras, como el piano, el violín, la flauta travesera, la composición, la dirección de orquesta y la pedagogía de instrumento, han obtenido una demanda que incluso hasta ha llegado a un 500% sobre el número de plazas ofertadas. Pese a ello los responsables de la Esmuc no piensan modificar el número de plazas por disciplina en el próximo curso. 'El objetivo de la escuela es el de formar profesionales de la música, corregir el exceso de demanda de determinados instrumentos y potenciar el estudio de los que apenas surgen profesionales', explicó Vila d'Abadal.
La Esmuc empezará a funcionar en la sede provisional del Instituto Berenguer de Palou del barrio barcelonés de Sant Andreu, en el que se han invertido 45 millones de pesetas para acondicionar sus instalaciones para acoger las clases de música. Anteayer se puso la primera piedra de las obras de la sede oficial, en el Auditorio de Barcelona, que está previsto que duren un mínimo de dos años. El Instituto Berenguer de Palou, que la Generalitat cerró a finales del curso pasado como centro de educación secundaria, cuenta con un total de 15.000 metros cuadrados y otros 10.000 más de zona ajardinada, de los que la Esmuc utilizará sólo 3.000 en este primer curso, en el que se han invetido 300 millones de pesetas en la compra de instrumentos y ordenadores.
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