La UE convoca una cumbre extraordinaria

Los líderes de la UE se reunirán con carácter de urgencia el próximo viernes por la tarde en Bruselas para coordinar respuestas a los atentados del pasado día 11 en EE UU, incluida la crisis en Oriente Próximo. 'Será algo más que una serie de discursos emotivos', declaró ayer a este diario el portavoz de la presidencia belga, de quien partió la iniciativa. El encuentro, en el que se 'analizará la evolución de la situación internacional', será precedido el día anterior de otro de los ministros de Interior y Justicia para estrechar la colaboración antiterrorista entre sí y con EE UU.

La idea de una cumbre extraordinaria fue avanzada por el canciller federal alemán, Gerhard Schröder, y transmitida por su ministro de Exteriores, Joschka Fischer, a sus homólogos cuando éstos se encontraron el pasado día 12 en Bruselas tras la tragedia norteamericana. La propuesta no recibió el apoyo suficiente.

Según el portavoz de la presidencia belga, 'es más coherente la celebración de una cumbre ahora, una vez que se han reunido los ministros de Exteriores y los de Transportes, y lo hagan el jueves los de Justicia e Interior'. 'Desde luego, el viernes tiene que salir algo más que una serie de discursos emotivos', agregó la fuente, sin especificar mayores detalles. Otras fuentes cuestionaron la utilidad de la reunión y rebajaron las expectativas.

Hoy viaja a Washington el presidente francés, Jacques Chirac, en una visita que estaba ya programada, y mañana lo hará la troika, con el ministro belga de Exteriores, Louis Michel; el alto representante, Javier Solana, y el comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten. Este viaje forma parte de las reuniones ministeriales periódicas entre la UE y EE UU, pero adquiere mayor significado pues se abordarán ampliamente todas las cuestiones relativas a seguridad.

Según fuentes diplomáticas solventes, la cita de los líderes de la Unión, que concluirá con una cena, servirá para reafirmar la solidaridad de los Quince con EE UU, pero también para analizar la grave situación en Oriente Próximo, así como el estado de la cooperación policial y judicial antiterrorista.

A este respecto, magistrados y dirigentes de policía de Alemania, Bélgica, Francia y Holanda discutieron ayer en Bruselas mecanismos para coordinar mejor la lucha contra el terrorismo e intercambiar información sobre las investigaciones abiertas tras las diversas detenciones de integristas islámicos en los últimos días. Fuentes judiciales belgas informaron de que cuatro personas han sido detenidas en Holanda y otras dos en Bélgica como presuntos miembros de una red ilegal de islamistas radicales, pero sin conexión aparente con los atentados de EE UU.

Búsqueda y castigo

La UE se comprometió la semana pasada a participar junto con EE UU en la búsqueda y castigo de los responsables de las matanzas en las Torres Gemelas y el Pentágono. También la OTAN, a la que pertenecen todos los países de la Unión excepto Suecia, Austria, Irlanda y Finlandia, decidió invocar el artículo quinto de su tratado, según el cual un ataque armado contra un socio es un ataque contra todos.

Fuentes diplomáticas de la Alianza Atlántica descartan una operación militar aliada y afirman que Washington busca un apoyo logístico.

La magnitud de la tragedia, los apremiantes llamamientos de la Administración de Bush a una 'cruzada contra el terrorismo' y la complejidad añadida que supone desmantelar una difusa maraña de grupos integristas islámicos supuestamente implicados en la matanza obligan a los europeos a tener que coordinar mucho mejor una respuesta que trascienda de una operación militar de castigo liderada por los norteamericanos.

Alemania, Francia e incluso el mismo Reino Unido, pese a ser entre los europeos el país más golpeado, han lanzado en las últimas horas inequívocas señales de que hay que tener la cabeza fría y los nervios templados y no caer en desmedidas aventuras patrióticas peligrosas para la estabilidad mundial. El ministro de Defensa francés, Alain Richard, ha afirmado que tan crucial es dar con los asesinos como eliminar las causas del terrorismo.

La necesidad de dar una salida a la crisis israelo-palestina, y la conveniencia de una mayor implicación norteamericana, reemerge con más fuerza si cabe tras la tragedia del día 11. El canciller Schröder y su ministro Fischer han manifestado que tratar de encontrar vías para solucionar el problema de Oriente Próximo se hace más imperioso que nunca.