CDC cierra filas en apoyo al nuevo sistema de financiación con el silencio de los soberanistas

Algunos con su adhesión entusiasta, otros poniendo énfasis en el vaso medio lleno y unos cuantos con la callada por respuesta, pero todos los dirigentes de Convergència Democràtica (CDC) cerraron ayer filas en defensa del nuevo modelo de financiación autonómica, que queda muy lejos de las aspiraciones iniciales de la coalición nacionalista. El consejo nacional del partido, que se reunió en Cerdanyola del Vallès (Vallès Occidental), dio el visto bueno al acuerdo sin ninguna oposición, a pesar de que ha sido recibido con decepción por los soberanistas de la formación.

El ex secretario general de CDC Pere Esteve fue el único dirigente que en el tramo final del proceso de negociación -a finales de julio- expresó sus reservas al nuevo sistema que se estaba diseñando. Ayer, no obstante, el día en que Artur Mas y Francesc Homs explicaron con todo lujo de medios audiovisuales el pacto ante el máximo órgano de CDC, no hubo ni una sola opinión crítica contra el acuerdo, según coinciden en señalar varios de los asistentes.

Para la cúpula de Convergència, la cohesión interna en defensa del pacto era un objetivo de máxima prioridad y a ello se dedicaron los máximos dirigentes antes incluso de que el pacto se sellara. Empezando por el propio presidente del partido, Jordi Pujol, quien ayer volvió a referirse de pasada a las bondades del acuerdo, aun admitiendo algunas limitaciones.

Los sectores más nacionalistas de CDC -que anhelaban un pacto fiscal similar al concierto vasco- han aparcado sus reservas ante el argumento de que cualquier reparo público al acuerdo sólo beneficiaría a la oposición en un momento tan importante como la víspera del debate de política general y de la anunciada moción de censura impulsada por el líder socialista Pasqual Maragall.

Las reservas no se expresaron ayer, pero esto tampoco significa que se hayan evaporado: la misma página web de Convergència realiza esta semana una encuesta on line sobre el modelo de financiación. Los resultados que ayer ofrecía indican que sólo el 20% de los participantes en la consulta considera que Cataluña no precisa de un modelo propio de financiación, algo que no se ha conseguido con el nuevo sistema a pesar de que el Gobierno de CiU lo reclamaba.

Moción de censura

Fuentes del consejo nacional explicaron que Pujol dedicó buena parte de su intervención a reflexionar sobre la situación internacional creada a raíz de los atentados terroristas en Nueva York y Washington, pero también hizo un repaso del intenso calendario político que se avecina en Cataluña a partir de octubre, con el debate de política general, la moción de censura y la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para el año 2002.

El líder nacionalista pidió a los diputados autonómicos de CDC que pongan el máximo esmero en preparar el debate de política general, que en principio se celebrará la primera semana de octubre. Según su análisis, que CiU salga airosa de este debate es la mejor forma de llevar al fracaso la moción de censura que prepara Maragall.