Malos tiempos para los préstamos de obras de arte
Cuando la exposición sobre el Renacimiento dejó Italia rumbo al Museo Nacional de Arte Occidental de Tokio en marzo pasado, la prensa italiana se hizo eco de una áspera polémica desatada por quienes consideraban excesivamente peligroso el traslado. Pero la polémica se silenció a tiempo y los cuadros, esculturas y objetos que integran la muestra fueron embarcados hacia Japón. Nada de esto habría ocurrido hoy, tras la terrible experiencia terrorista vivida en Nueva York y Washington. Y así lo reconoce Antonio Paolucci, comisario de la muestra. Los tiempos de las grandes exposiciones, de los préstamos generosos que permitían desplazar de una punta a otra del planeta obras de incalculable valor artístico han pasado, al parecer, definitivamente. Ni siquiera las compañías aseguradoras pueden hacerse cargo ya de este tipo de riesgos.
Las 171 obras que integran Renacimiento, por ejemplo, han sido aseguradas por un total de 85.000 millones de pesetas, una cifra muy inferior al valor de mercado de las mismas, según los expertos. Pero la pérdida o destrucción de obras de arte no puede compensarse con el dinero de los seguros, ni siquiera cuando éste se aproxima más al valor de mercado de la obra en cuestión. De poco habría servido que los Budas gigantes, destruidos recientemente por el régimen fundamentalista talibán en Afganistán, hubieran estado respaldados por un seguro multimillonario.
El busto de Miguel Ángel, Bruto, que se expone ahora en Roma, asegurado en poco más de 4.200 millones de pesetas, es la pieza más cara de la muestra Renacimiento, seguido por el de Velada, el retrato de una hermosa mujer obra de Raffaele Sanzio (Rafael), asegurado en unos 3.200 millones de pesetas. Uno de los dibujos de Leonardo da Vinci, Tronco de hombre, ha sido tasado en 1.700 millones de pesetas, pese a que en una subasta podría obtener seguramente un precio muy superior. Más modesta, obviamente, ha sido la cobertura obtenida por las obras de autores menos conocidos como Pontormo, que no superan los 85 millones de pesetas.
