Emergencia municipal en Rota

Rota, la localidad gaditana en cuyo término municipal se encuentra la base naval de uso conjunto hispano-estadounidense, siguió ayer con expectación el desarrollo de la crisis provocada por la cadena de atentados perpetrados el martes contra intereses de Estados Unidos. La población desarrolló su actividad con normalidad aunque no ocultó su temor ante la respuesta norteamericana.

El alcalde de Rota, el socialista Domingo Sánchez, activó ayer los sistemas de declaración de emergencia municipal 'para poder hacerla operativa en cualquier momento', en cumplimiento de una decisión de la junta local de seguridad. El estado de emergencia supone la movilización de todos los dispositivos sanitarios y de seguridad de la localidad y un plan de evacuación de la población. Sánchez explicó que, de activarse, la labor debería ser coordinada con los efectivos de la base. La decisión última corresponde al alcalde.

El político socialista se reunió ayer con el máximo responsable militar estadounidense, el capital de navío Richard Noble, al que trasladó 'el sentimiento de pesar y la solidaridad' de su pueblo. El alcalde pidió información sobre el estado de la instalación militar porque 'aunque la situación dentro es de calma, no ocultamos nuestra preocupación al tratarse de un peligro incontrolado'.

La base está en alerta delta, el máximo nivel de protección, previo a la evacuación. Infantes de la marina española fuertemente armados controlaban de forma exhaustiva el acceso de vehículos a la instalación militar, aunque ésta no fue cerrada ayer en ningún momento. Incluso se autorizó la entrada a los proveedores civiles, previo control de la carga.

El aeropuerto militar estuvo cerrado durante la mayor parte del día, si bien durante la mañana despegaron dos aviones de combate para realizar labores de control del espacio aéreo. Dos helicópteros sobrevolaron la base durante la mayor aparte del día. En el exterior, unidades de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía vigilaban el perímetro.

La plantilla civil española, unos 1200 trabajadores, recibió en la tarde del martes orden de evacuación con la indicación de no regresar a la actividad 'hasta nuevo aviso'. Ayer, sólo un centenar de auxiliares del aeropuerto, de las dársenas, y encargados de tareas consideradas imprescindibles fueron llamados a sus puestos. El presidente y el vicepresidente del comité laboral, Julio Malvido y Jesús María Serrano, expresaron ayer a los mandos de la base su 'pesar, solidaridad y repulsa por los atentados'.

El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, en cuyo término municipal también está la base naval, decretó ayer dos jornadas de luto. Las banderas de los organismos oficiales lucieron a media asta. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía condenó los atentados. Su presidente, Rafael Lara, se reconoció 'profundamente afectado' y realizó un llamamiento al gobierno estadounidense para que 'mantenga la calma y no se deje llevar por las ansias de venganza'. El obispado de Cádiz invitó ayer a todos los gaditanos a sumarse a la misa que se celebrará esta noche por las víctimas.