Fomento reduce a 400 hectáreas la expansión del aeropuerto de Bilbao
Aprobado el plan de ampliación tras seis años de trámites
El Ministerio de Fomento ha reducido a 400 hectáreas, frente a las 500 que se barajó inicialmente, el plan de expansión del aeropuerto de Bilbao hasta el año 2015. Una vez ya en marcha el nuevo edificio de la terminal, las otras superfices de la ampliación se destinarán a actividades comerciales, hoteleras e instalaciones aeroportuarias. El plan ha sido consensuado con la Diputación de Vizcaya tras más de un lustro de negociaciones, aunque la institución foral ha señalado que no lo valorará 'hasta estudiarlo en profundidad'.
El llamado plan director del aeropuerto de Bilbao se ha aprobado este verano tras cerca de seis años de negociaciones. Hubo un acuerdo inicial en 1997 pero, en 1999, con la entrada en la Diputación vizcaína del nuevo equipo de Urbanismo, se volvió a revisar. Su función es fijar el dibujo urbanístico de la ampliación del aeropuerto. Tras la puesta en marcha en noviembre del nuevo edificio terminal, el plan define la ubicación de las denominadas actividades de segunda línea (terminales de transporte, servicios comerciales, hotel) y tercera línea (oficinas, almacenes, servicios empresariales, actividades sociales, talleres).
El plan aprobado difiere del proyecto presentado hace un lustro por el Gobierno central, que además planteaba dos fases, hasta 2010 y 2025. En la primera, el aeropuerto pasaría de las 234 hectáreas actuales hasta las 410 y, en la segunda alcanzaría casi las 500 hectáreas. Fomento ha optado por diseñar una sola fase, hasta 2015, con una nueva superficie que se reduce a casi 403 hectáreas (4 millones de metros cuadrados).
De esta cantidad, 284 hectáreas corresponden a la llamada área de movimientos de aeronaves, que comprende las pistas, la plataforma de estacionamiento y las instalaciones auxiliares. Esta superficie es inferior en más de 40 hectáreas a lo propuesto anteriormente por Fomento para la primera fase del año 2010. La ampliación se completa con otras 86 hectáreas destinadas a las actividades aeroportuarias de segunda y tercera línea, una superficie mayor que la contemplada anteriormente hasta 2010 (53 hectáreas) pero inferior de lo previsto hasta 2025 (119 hectáreas).
La zona de reserva interna -para nuevas instalaciones y futuras ampliaciones- se queda en 31 hectáreas, similar a lo proyectado inicialmente. Un portavoz oficial de Aena destacó el hecho de 'la zona de reserva sea sólo de 31 hectáreas entre más de 400'.
La Diputación de Vizcaya, que ha defendido reducir la expansión, no valorará el plan hasta estudiar con detalle la voluminosa documentación. 'Es verdad que tuvimos un principio de acuerdo [fue a principios de año], pero queremos ver cómo se ha plasmado en el mapa', dijo un portavoz. En cualquier caso, el plan director es una cuestión que compete exclusivamente al Gobierno central. La Diputación ha intervenido para evitar el derribo de medio centenar de caseríos que se veían afectados en la propuesta inicial y para atender las demandas de los vecinos que se negaban a que se les expropiara sus terrenos con la calificación de suelo rural cuando en un futuro serían reclasificados como urbanizables.
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