La Quincena Musical baja hoy el telón con 'La condenación de Fausto', de Berlioz

La 62ª edición de la Quincena Musical de San Sebastián bajará esta tarde el telón con la ópera en versión concierto La condenación de Fausto, de Héctor Berlioz, cuya puesta en escena correrá a cargo de la Orquesta Nacional de Lyón, el Orfeón Donostiarra y un elenco lírico formado por José Ferrero, François Le Roux, Diana Montague y Josep Miquel Ramón.

El director de la Orquesta Nacional de Lyón, el californiano David Robertson, quien ya participó en el certamen donostiarra en 1995, se estrenará en el Auditorio del Kursaal con la obra de Berlioz, un trabajo que, según recordó él mismo, no fue entendido en el momento de su estreno debido a su modernidad. Sin embargo, La condenación de Fausto, basada en el clásico de Goethe, se ha convertido en un título fijo en el repertorio francés y europeo, subrayó.

Robertson, ex director de la Orquesta Sinfónica de Jerusalén y del Ensemble Intercontempo-rain de París, calificó a Berlioz como 'un innovador' y 'un caso único en la historia de la música', al tiempo que indicó que innovó sobre todo en lo que respecta a la 'sonoridad de la orquesta', pues 'pensaba siempre en colores orquestales'.

El maestro destacó en concreto la gran dificultad que entraña La condenación de Fausto, debido a sus características técnicas y dramáticas. En este sentido, Robertson explicó que, cuando se estrenó el trabajo, muchos coros consideraron que era 'incantable', ya que obliga a exhibir todas las posibilidades del canto coral. 'En el Orfeón Donostiarra he encontrado la masa coral perfecta' para afrontar las exigencias de una obra que 'en unos momentos les obliga a cantar como borrachos y, en otros, como ángeles', aseguró.

Sonoridad

El Orfeón obtuvo un importante éxito en el Festival de Salzburgo de 1999 con el montaje vanguardista de esta obra diseñado por la Fura dels Baus. El director del coro, José Antonio Sáinz Alfaro, resaltó que aquella experiencia fue 'complicada', a la vez que 'interesante', porque implicaba movimiento, mientras que el concierto de esta tarde se presenta como 'apetecible' por una razón clara: 'Al preocuparte sólo de cantar, la sonoridad que puedes conseguir es mucho más efectiva'.

El tenor José Ferrero, quien aborda por primera vez el rol de Fausto, incidió en la dificultad de interpretar al protagonista de la obra. 'Es quizá de los papeles de ópera francesa más difíciles', apuntó. 'Cuando Berlioz escribió el Fausto no sé quién era el tenor, pero, o lo quería mucho, o lo odiaba mucho, porque es un papel muy difícil', bromeó. Pero, a pesar de las dificultades del trabajo, el tenor afirmó que también es una experiencia 'increíble'. 'Te permite hacer una cantidad de matices que otros compositores no te dejan', resumió.