Fox presiona a Bush para que amnistíe a los inmigrantes mexicanos

Recibido con honores inéditos, el presidente de México, Vicente Fox, llegó ayer a Washington con un regimiento de diplomáticos que comenzaron a trabajar desde primera hora de la mañana. George W. Bush, que presume de amistad con Fox para no dejar escapar votos latinos, preparó para el presidente mexicano su primera cena de Estado en la Casa Blanca.

Antes de que Fox aterrizase en la capital, se crearon en el Departamento de Estado 16 grupos de trabajo entre diplomáticos de ambos países especializados en las cuestiones bilaterales, especialmente inmigración, tráfico de drogas, medio ambiente y recursos naturales. A lo largo del día, los dos máximos representantes diplomáticos, Colin Powell y Jorge G. Castañeda, saltaban de una reunión a otra.

Al margen de la rentabilidad política que este viaje pueda ofrecer a Fox, la visita es para éste el escaparate en el que colocar su propuesta global para afrontar el problema fronterizo. Bush conoce bien el plan de Fox y aparentemente comparte alguna de sus propuestas; por eso la tarea más dura del presidente mexicano en Washington era su discurso a congresistas y senadores reunidos en sesión conjunta. Muchos políticos de peso, especialmente republicanos, creen que la amnistía a inmigrantes ilegales que Bush sugirió hace tiempo es tan poco realista como injusta para los trabajadores indocumentados llegados de otros países.

En las últimas semanas, el Gobierno de Bush ha dado alguna muestra velada de que aquella propuesta -contenida en un informe elaborado al más alto nivel- debería haberse guardado en un cajón. Sin embargo, Fox llegó a Washington convencido de que una amnistía debe formar parte de su aproximación 'integradora' al problema de la inmigración. Fox también propone más concesiones de visados temporales a trabajadores mexicanos y ayudas de EE UU a las poblaciones marginales en las que malviven miles de ilegales.

Fox piensa que en un plazo de 25 a 30 años podría lograrse la eliminación de la frontera entre los dos países, pero el Congreso lo considera algo ilusorio, dado que las poblaciones están también separadas por una gran franja socioeconómica. Por eso, un grupo de expertos, académicos y economistas de ambos países acaban de entregar al Gobierno de Bush un informe en el que se sugiere que, en lugar de la amnistía, se trabaje en corregir 'las desigualdades sociales' entre EE UU y México.