La fotografía periodística invade Perpiñán con 30 exposiciones

Una mirada al mundo contemporáneo es lo que propone la 13ª edición del Festival Internacional de Fotoperiodismo Visa pour l'image, que desde ayer y hasta el 16 de septiembre invade la ciudad de Perpiñán (Francia) con más de 30 exposiciones de fotografía periodística. Las emigraciones, las guerras, la anómala situación de millones de niños en todo el planeta son algunos temas que presentan las obras de reporteros gráficos de todo el mundo.

La magia de los festivales de todo tipo en Francia consiste en la implicación de toda la ciudad en las poblaciones donde se celebran. Aviñón con el teatro, Cannes con el cine, Angulema con el cómic, Saint-Estève con la caricatura y Arlés con la fotografía son un claro ejemplo. Perpiñán no quiere ir a la zaga y durante las dos semanas de celebración de Visa pour l'image, la ciudad vive con pulso intenso la expresión del fotoperiodismo. Las exposiciones se celebran en espacios emblemáticos como la capilla de Saint-Dominique, donde exhibe su trabajo Chris Anderson, ganador del premio Kodak del Joven Reportero 2001 por su serie The stone throwers. Anderson viajó a Israel, donde realizó para el New York Times Magazine un reportaje sobre la Intifada. En Gaza se encontró con la cruda realidad de los niños que con una piedra luchan cara a cara contra los militares israelíes. En el mismo contexto humano se desarrolla el trabajo de Jan Grarup, que presenta la exposición Los niños de Ramala en el Couvent des Minimes. Las hondas de los jóvenes compiten con las armas automáticas en un desigual juego de muerte.

Más allá de la guerra, pero como consecuencia de ella, está el mundo que refleja David Butow. Bagdad aparece como una ciudad sitiada 10 años después de la invasión iraquí a Kuwait. El embargo impuesto por Estados Unidos trunca la vida cotidiana de sus pobladores. El fotógrafo así lo expresa con sus imágenes.

Otra de las macabras consecuencias de la guerra del Golfo es la radiactividad que todavía desprenden los restos de las bombas lanzadas sobre el territorio gobernado por Sadam Husein. Andrea Motta, en el Couvent des Minimes, presenta en la exposición Irak después de la tormenta el impacto del uranio radiactivo en la vida de los niños iraquíes. El español Tino Soriano, autor que muestra una sensibilidad extrema en temas crudos e hirientes, presenta, también en el Couvent des Minimes, La zafra: los esclavos en el paraíso, que delata cómo los trabajadores que se desplazan de Haití a la República Dominicana para la recogida de la caña de azúcar acaban convirtiéndose en auténticos esclavos.

Organizado por la Asociación Visa pour l'Image y el Ayuntamiento de Perpiñán, el festival ofrece este año una retrospectiva de Michel Lipchitz que recoge 40 años de colaboraciones con la agencia Associated Press. También mirando al pasado, la exposición Chicago's south side refleja a través de las fotografías de Wayne F. Miller la vida cotidiana de la comunidad afroamericana que emigró en 1946 a Chicago, cuando el boom industrial que se produjo en esa ciudad hacía vislumbrar mejores condiciones de vida.

El festival, cuyas exposiciones son de entrada libre, cuenta también con una sección alternativa no oficial. Se trata del Visa-off, en el que se presenta una representación española en una exposición de fotógrafas catalanas que presenta en el Palacio de los Reyes de Mallorca el mundo de la mujer desde ópticas y geografías distintas. En la exposición participan veteranas profesionales como Anna Boyé y Pilar Aymerich, junto a jóvenes fotorreporteras como la colaboradora de EL PAÍS Carmen Secanella, y Mireia Comas, entre otras.