Annan: "El holocausto no justifica la represión israelí"
El secretario general de la ONU inaugura la controvertida Conferencia sobre el Racismo
'El pueblo judío ha sido víctima del antisemitismo en muchas partes del mundo, y en Europa sufrió el holocausto, la máxima abominación. Este hecho no debe olvidarse ni minimizarse nunca', dijo Annan durante el discurso inagural de la cumbre. 'Es comprensible por lo tanto, que muchos judíos se resientan profundamente de cualquier acusación de racismo dirigida hacia el Estado de Israel; más aún cuando ésta coincide con ataques indiscriminados y totalmente inaceptables contra civiles inocentes'. Annan agregó que no se puede esperar que los palestinos 'acepten esto como una razón del porqué de los daños que se les hacen -destierros, ocupaciones, bloqueos y ahora las ejecucuiones extrajudiciales- deban ser ignorados, cualquiera sea el nombre que se les quiera dar'.
'Las acusaciones mutuas no son el propósito de esta conferencia. Nuestro objetivo principal debe ser mejorar la suerte de las víctimas', continuó Annan, puntualizando que 'todos los países tienen que afrontar problemas de racismo y de discriminación. En vez de elegir a un país o región, pongámonos la meta de salir de aquí con el compromiso de todos los países de diseñar y poner en práctica su propio plan para combatir el racismo, de acuerdo con los principios generales que nosotros acordemos'.
Annan también se refirió a la esclavitud admitiendo, que se hace más difícil determinar culpabilidades cuando las injusticias se han cometido en el pasado lejano. 'Pero sus efectos permanecen. El dolor y la rabia todavía se sienten. Los muertos, a través de sus descendientes, claman por justicia', prosiguió el secretario general de la ONU. 'Cada uno tiene la obligación de considerar qué lugar ocupa en la cadena de hechos de la historia de las injusticias'.
Los más de cinco mil delegados de 130 países que llenaron la sala de plenarios de la conferencia también escucharon discursos pronunciados por el presidente de Suráfrica, Thabo Mbeki, y la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, entre otras autoridades. La ceremonia comenzó con un minuto de silencio en memoria de Govan Mbeki, uno de los luchadores por la libertad, junto a Nelson Mandela, y padre del presidente Mbeki, quien falleció hace dos días.
Por la tarde, la conferencia continuó con una mesa redonda en la que participaron los 17 jefes de Estado que llegaron hasta Durban. Uno de los primeros en hablar fue el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, quien pidió que la conferencia tome el lado de los palestinos, pueblo que está siendo víctima de los ataques orquestados del Estado de Israel. Agregó que Israel no puede justificar sus actos diciendo que se debe a razones de seguridad, sino que se trata de un plan concertado para mantener la colonización de los territorios ocupados.
Las películas de Tarzán
El presidente de Cuba, Fidel Castro, por su parte, fue el representante que más aplausos arrancó entre las delegaciones al improvisar una intervención que se tomó más del doble del tiempo que se le había otorgado. El líder cubano mencionó cómo los estereotipos raciales se han divulgado a través de los medios de comunicación de masas, como las películas de Tarzán, que siempre muestran a los africanos bailando alrededor de una fogata. 'No se puede analizar el racismo de manera independiente de la conquista, la colonización, la explotación de los países más débiles por los más poderosos', agregó.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, recordó que el genocidio que dejó a medio millar de personas muertas en tan sólo tres meses en 1994 se debió a los mitos que existen en su región respecto a quién llegó primero. 'Extremistas hutus mataban a los tutsis porque decían que habían llegado después que ellos', manifestó antes de añadir que la teoría fue introducida en tiempos del colonialismo.
Entretanto, más de 10.000 miembros de ONG se manifestaban en Durban. La manifestación, de tres kilómetros de recorrido y encabezada por una pancarta donde se leía 'Sí, otro mundo es posible', culminó frente al edificio en el que se celebraba la cumbre.
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