La ONCE elige de inmediato al sustituto de Pichel para atajar la crisis
La dimisión del vicepresidente de la ONCE Rafael de Lorenzo y del director de la Fundación ONCE, José Manuel Pichel, por las supuestas irregularidades de procedimiento cometidas al invertir en la agencia de valores Gescartera han abierto un hueco en la organización que su presidente, José María Arroyo, quiere cubrir con celeridad.
Pichel, imputado en el caso Gescartera, en la que llegó a ser nombrado consejero delegado, será sustituido en la fundación por un especialista en informática de 32 años, Carlos Rubén Fernández Gutiérrez, que hasta ahora desempeñaba el cargo de director general adjunto de coordinación en las áreas de recursos humanos y sistemas y que, entre otras tareas, desempeñó la de director de informática de la cadena Onda Cero.
Fernández Gutiérrez, cuyo nombramiento tendrá que ser aprobado por el Patronato de la fundación (compuesto por 35 miembros y en el que participa el Ministerio de Trabajo con dos vocales), será el encargado de supervisar el destino de los 12.000 millones de pesetas anuales que la ONCE destina a la promoción y el apoyo a personas discapacitadas. La fundación maneja el 3% de los ingresos brutos obtenidos por la venta del cupón, cantidad que representa el 20% del margen operativo global de la organización de ciegos.
El nuevo director general, considerado un hombre de confianza del número dos de la organización, el vicepresidente Mario Loreto, llega al cargo en un momento difícil para la organización, cuya imagen, según reconocen fuentes de la ONCE, se ha visto muy afectada por el caso Gescartera, en el que se siente víctima y no protagonista.
La ONCE mantiene que los dos altos cargos que se han visto obligados a dimitir, el vicepresidente Rafael de Lorenzo y el director de la fundación, José Manuel Pichel, se saltaron los procedimientos al decidir por su cuenta entrar en el capital de Gescartera con un 10%, operación en la que la CNMV y el Ministerio de Economía se apoyaron para aprobar la conversión de Gescartera de sociedad en agencia de valores.
Según las fuentes consultadas, en las memorias de la Fundación ONCE sólo figuraban, desde el año 1998, las inversiones realizadas en Gescartera, que fueron disminuyendo desde los 1.000 millones de 1998 hasta los 700 del año 2000, una buena parte de los cuales, 540 millones, no han sido recuperados. La ONCE niega que en ninguna memoria, documento o informe se diera cuenta a los órganos de control de la decisión de entrar en Gescartera y mucho menos de participar en su gestión.
Por su parte, De Lorenzo aseguró ayer en CNN+ que ha dimitido 'porque me considero el responsable' de que la institución tomara participación en Gescartera y haya invertido en ella.
Según explicó, autorizó la entrada en el capital de Gescartera a propuesta del director general, José Manuel Pichel, aunque precisó que 'fue una autorización verbal que hay que documentar y pasarla por los órganos competentes', lo que, según la ONCE, nunca llegó a suceder.
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