La pérdida de 35 uniformes pone en alerta a la Ertzaintza

Los responsables del Departamento de Interior del Gobierno vasco han puesto en alerta a los agentes de la Ertzaintza tras la desaparición de 35 uniformes de la Brigada Móvil, su unidad antidisturbios, según informó El Correo. Las prendas desaparecieron, según explicó ayer el departamento, el miércoles de la pasada semana cuando una partida de los buzos ignífugos que equipan a los agentes de la unidad (conocida como los beltzas, por el color negro de su equipamiento) eran transportados desde un almacén de la empresa fabricante hasta otras dependencias que utiliza Interior en Vizcaya.

En un momento dado del trayecto se abrió un portón del vehículo y cayeron cuatro cajas a la carretera, según fuentes de la policía autonómica. Una de ellas pudo ser recuperada después de que el transporte llegara a su destino gracias a que la recogió un camionero y se la entregó a la Ertzaintza. Las tres cajas no recuperadas contienen los 35 buzos que faltan. Sin embargo, estas prendas no constituyen por sí solas uniformes completos de la unidad antidisturbios, ya que precisan además de otros complementos.

Pero el hecho de que las pesquisas iniciadas para localizar los uniformes no hayan dado resultado hasta ahora, ha llevado a los mandos de la Ertzaintza a advertir de esta circunstancia a todos los agentes, especialmente a los de la brigada encargada de combatir las algaradas callejeras, ante la posibilidad de que hayan caído en manos de algún grupo de ETA o de la kale borroka y sean utilizados en algún tipo de atentado.

Precisamente, los miembros de esta unidad ya están en alerta durante estos días ante la posibilidad de que los radicales provoquen incidentes coincidiendo con las numerosas fiestas que se celebran en los pueblos de Euskadi. Ante cualquier sospecha, los agentes antidisturbios deben pedir a sus compañeros que se identifiquen, dado que van equipados también con un verduguillo que oculta el rostro. Los buzos son de color negro y están tratados para resistir los efectos de las llamas de los artefactos incendiarios lanzados por los violentos.