Schumacher ya es tetracampeón
El piloto alemán gana con rotundidad en Hungaroring y logra el título a falta de cuatro carreras para finalizar el Mundial
Perfecto. Impecable. Inaccesible. Las cosas parecen muy rutinarias con Michael Schumacher cuando funcionan como él quiere. La fiabilidad del alemán es tal que permite incluso que los mecánicos de Ferrari puedan abonarse por un momento a una siesta, como pareció suceder ayer enHungaroring antes de la primera parada del ya tetracampeón (1994, 1995, 2000, 2001) mundial, situado solamente un peldaño por debajo del legendario Juan Manuel Fangio, ganador de cinco títulos.
Pese a que cuando se dirigía a la parrilla de salida se salió en la chicane y se vio obligado a cambiar las derivas laterales del monoplaza, Schumacher dominó la carrera de principio a fin (sólo bajó al tercer puesto cuando se paró por dos veces en los boxes) con la misma precisión que dio la vuelta rápida en los entrenamientos y también con la misma jerarquía con la que ha mandado en el campeonato (7 triunfos en 13 carreras).
Schumi se coronó en el Gran Premio de Hungría con todas las de la ley: ganando la carrera, revalidando el título en la primera ocasión que se le presentaba, igualando el récord de victorias de Alain Prost (51) y dándole a Ferrari el 11º título de constructores después que la escudería italiana se apuntara el doblete con el segundo puesto del piloto brasileño Rubens Barrichello.
El tetracampeón y Ferrari no dieron ninguna opción a sus rivales. Schumacher salió y acabó el primero en un circuito muy lento, en el que los adelantamientos son muy complicados, mientras que Barrichello compitió con el escocés David Coulthard (McLaren Mercedes), el único rival del alemán en la pugna por el título y que ayer acabó en el tercer puesto, una circunstancia que le dejó en una situación incómoda en el podio, pues tuvo que presenciar la gran fiesta que se montaron los ganadores. Schumacher se largó en la primera curva y ya nadie le dio alcance, de manera que la carrera fue un monólogo del alemán, favorecido además por el tapón que Barrichello -consiguió el segundo puesto en la salida- supuso para Coulthard. El interés de la carrera se redujo a asuntos menores, como el abandono de Eddie Irvine (Jaguar); el cuarto puesto de Ralf Schumacher (Williams-BMW); el 11º de Pedro Martínez de la Rosa (Jaguar); el abandono del otro español, Fernando Alonso (Minardi) por un problema de frenado; o el décimo lugar de Jean Alesi al volante de Jordan, un éxito comparado con la retirada de Heinz Harald Frentzen (Prost).
Detalles únicamente ante la gran fiesta que vivían los seguidores de Ferrari y de Schumacher, de italianos y alemanes unidos por una marca y un piloto. 'La pole-position, la victoria, el cuarto título, el segundo puesto de Barrichello... Todo esto es demasiado', exclamó Schumacher al bajarse del coche. 'Ha sido fantástico. Tenemos un superequipo en Ferrari'. El director deportivo de ese equipo es el francés Jean Todt, que ayer acabó nuevamente bañado en campaña: 'Fantástico, Michael es fantástico, es asombroso', gritó Todt a Schumacher nada más cruzar la meta. Y, una vez reencontrados todos en el podio, se pusieron a cantar We are the champions.
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