El Parlament debatirá mañana el pacto sobre financiación autonómica sin conocer las cifras
La oposición no ha recibido la documentación prometida por el consejero Homs
La oposición catalana acudirá a la reunión de mañana con un doble disgusto. Los tres grupos parlamentarios de la izquierda solicitaron la reunión para que se celebrara inmediatamente después de la firma del pacto, pero se ha retrasado hasta el ecuador de las vacaciones, que no es el momento en que los ciudadanos están precisamente más atentos a estos asuntos. Por otra parte, el Gobierno no ha completado la información que dio en el primer momento con los anexos que contienen las cifras del acuerdo.
Tanto el portavoz parlamentario de Iniciativa-Verds, Joan Boada, como el propio líder de los socialistas, Pasqual Maragall, han criticado en los últimos días la inconcreción del Gobierno de CiU en esta cuestión. Tras firmar el pacto, Homs explicó que con el nuevo sistema la Generalitat aumentará sus ingresos en cinco años en 772.000 millones de pesetas. Pero la oposición ha sacado también sus cuentas. Sostiene que serán sólo 665.000 millones y calcula que con el viejo sistema se hubiera producido en los próximos cinco años un aumento del orden de 627.000 millones. Con lo que resulta que la mejora para el quinquenio se reduce a un aumento de casi 38.000 millones.
'El martes nos vendrán al Parlament con unas cifras que no sabremos de dónde sacan', dijo Boada ayer, 'con lo que no está nada claro qué vamos a poder debatir'. Boada calificó de 'intolerable' la 'opacidad' en que el Gobierno de CiU mantiene, en su opinión, el verdadero contenido dinerario del pacto sobre financiación. Mientras, sin embargo, no cesa de presentarlo al electorado como un éxito de su negociación. Que era, subrayó, uno de los dos grandes objetivos de Pujol para toda la legislatura. El otro gran objetivo era una mejora global del autogobierno a la que ya ha renunciado ante la actitud negativa de sus aliados del PP.
Esquerra Republicana (ERC) considera que la inconcreción sobre las cifras obedece a la voluntad de disimular lo que a su juicio es un mal acuerdo. El portavoz de ERC, Joan Ridao, replicó ayer unas triunfalistas afirmaciones de Pujol acerca de la financiación autonómica. Queda claro que Pujol prefiere un mal acuerdo que un planteamiento unitario desde Cataluña', dice el diputado republicano, 'pero después de haber consumado este mal acuerdo lo mínimo que hay que exigirle es que haga públicos los números y se deje de tanta cháchara y demagogia fácil diciendo que ha conseguido un buen acuerdo'. Lo único que, según Ridao, podría contrarrestar las críticas de ERC es que el Gobierno 'haga públicos los números del nuevo sistema y demostre, si puede, de dónde vendrán estos centenares de miles de millones de los que habla'.
Maragall ha ido más lejos y el sábado sostuvo en la Universitat Catalana d'Estiu, en Prada de Conflent, que ni el Gobierno de CiU conoce los datos sobre el acuerdo que ha firmado. El líder socialista explicó que para cuantificar la diferencia entre el nuevo y el viejo sistema de financiación debería disponerse de la liquidación del presupuesto de 1999. Un dato del que no dispone todavía ni el consejero de Economía.
Todas estas razones han llevado a los grupos parlamentarios a empezar a pensar que probablemente no baste la reunión de la Diputación Permanente del Parlament convocada para mañana para debatir a fondo el acuerdo sobre la financiación autonómica. Tanto Maragall como el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod, han hablado ya de que habría que celebrar un pleno del Parlament dedicado en exclusiva a este asunto cuando comience el curso parlamentario en septiembre.
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