Muere asesinado un dirigente nacionalista corso que denunció los lazos mafiosos del movimiento
François Santoni, dirigente nacionalista corso y personaje implicado en la deriva mafioso-terrorista seguida por parte del independentismo insular, fue asesinado en la madrugada de ayer en Monacia d'Aullene, una población del sur de Córcega, cuando salía de la fiesta de la boda de un amigo. Un o unos desconocidos abrieron fuego contra Santoni, de 41 años, cuando se dirigía hacia su coche. De los 40 disparos efectuados, 13 le alcanzaron, dos de ellos en la cabeza.
El crimen se ha producido un año y diez días después de que fuera asesinado Jean-Michel Rossi, correligionario y amigo personal de Santoni. Ambos habían publicado en junio del año 2000 un libro en el que lanzaban graves acusaciones contra el movimiento independentista corso al estimar que estaba degenerando en 'nacionalismo étnico' y alertaban de 'la desviación mafiosa puesta en evidencia a través de los contactos entre nacionalistas y bandidos de la Costa Azul'. Rossi y Santoni arremetían contra Guy Talamoni, actual líder del nacionalismo político corso, al que relacionaban 'con la extrema derecha y la Mafia italiana'.
Lo cierto es que el papel que jugaba Santoni dentro del muy fragmentado mundo de la política insular era muy confuso. Él mismo reconocía 'tener las manos manchadas de sangre' y fue detenido, en 1996, por tentativa de extorsión contra unas instalaciones turísticas. En esa época, La Iguana, alias con el que se le identificaba a causa de su frialdad legendaria, era el líder de la Cuncolta Naziunalista y de su brazo armado clandestino. Su mandato, que coincidió con una auténtica guerra civil (más de 25 muertos) entre las menguadas filas del corsismo, supuso el predominio de los militares por encima de los políticos y Santoni se vanagloriaba de haber negociado directamente amnistías y libertades con dos ministros de la derecha, Charles Pasqua y Jean-Louis Debré.
Mientras estaba en la cárcel, las facciones nacionalistas llegaron a un acuerdo de paz y Santoni y su gran rival, Charles Pieri, vieron cómo los políticos recuperaban la iniciativa. Desde entonces, Santoni no había dejado de criticar a sus antiguos compañeros de lucha.
Su actitud era también contraria al llamado proceso de Matignon, iniciativa adoptada en diciembre de 1999 por el Gobierno Jospin para discutir con la totalidad de los diputados insulares un proyecto político, cultural, económico y ecológico propio para la isla.
Tras la muerte de Santoni puede estar la muerte del proceso de Matignon, pero también su reactivación. Para Jean-Pierre Chevènement, ex ministro de Jospin, 'este asesinato hace estallar el proceso, máxime ahora que resulta evidente que propicia este tipo de actos'. El socialista François Hollande, recordando épocas anteriores en que los crímenes eran semanales, sostuvo, en cambio, que 'hay que mantener el proceso de diálogo, el único posible, para cerrarle la puerta a la violencia'. El gaullista Patrick Devedjian subrayó que 'el Estado es incapaz de garantizar la seguridad en Córcega. Hay que enterrar un proceso que lleva tiempo muerto'.
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