Interior y el Gobierno vasco coordinarán sus policías en la lucha contra ETA

Pedro Morenés, secretario de Estado de Seguridad, y Mikel Legarda, viceconsejero de Interior, cerraron el acuerdo en la reunión que mantuvieron en la sede del Ministerio del Interior, en Madrid, epílogo del encuentro del 3 de agosto entre los máximos responsables de orden público de los Gobiernos central y vasco, Mariano Rajoy y Javier Balza, respectivamente.

La reunión comenzó poco antes del mediodía y se prolongó con un almuerzo. Morenés y Legarda consensuaron incluso un comunicado conjunto -algo absolutamente novedoso en este tipo de reuniones y reflejo del clima de distensión entre ambos departamentos-, que fue difundida tras elevar consultas a sus superiores, quienes estaban persuadidos de que tenían que llegar a acuerdos en lo más esencial, según la teórica expuesta la víspera por el vicepresidente: 'Si estamos en cero y hay que llegar a 100, mejor que avancemos hasta el 15 y no nos quedemos en el seis'.

Legarda y Morenés pusieron sobre la mesa la disposición 'compartida por ambas administraciones' de 'lograr una colaboración en materia policial basada en criterios técnicos' para hacer frente a 'una cuestión de tanta importancia como es la lucha contra la violencia, tanto de ETA como la derivada de la kale borroka'.

'No hubo ningún no'

Las fuentes consultadas indicaron que ambos dirigentes intercambiaron sus respectivos planes y que 'no hubo ningún no' a ninguna propuesta. 'Ni Legarda ni Morenés han dado un sí o un no a las propuestas del otro con las que no coinciden, por lo que habrá que analizarlas más tarde', aseguró un portavoz del ministerio. Así, en fechas próximas Rajoy estudiará las demandas de la Consejería vasca de Interior, recogidas en la nota conjunta aunque sin ningún compromiso, de aumentar de forma urgente la plantilla de la Ertzanitza con otros 150 agentes y de facilitar a ésta 'acceso permanente al global de la información sobre terrorismo proveniente de fuentes francesas'.

Por su parte, Balza analizará la posible mayor presencia en Euskadi de efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado y el incremento de la colaboración a pie de obra entre cuerpos policiales.

Los acuerdos alcanzados recogen cinco de las diez propuestas del plan de colaboración antiterrorista que Rajoy entregó a Balza el 3 de agosto. Los órganos de coordinación, inexistentes hasta ahora, celebrarán reuniones trimestrales e 'inmediatamente después' de cada atentado, cada acción de terrorismo callejero y cada operación de Ertzaintza, policía o Guardia Civil. El ministerio considera que estas reuniones coyunturales deben celebrarse 'como máximo dentro del mes siguiente a la fecha de la operación'.

Los nuevos comités contarán con 'especialistas de ambas policías' y seguirán la línea de los acuerdos alcanzados 'para mejorar la seguridad de las personas amenazadas'. La primera reunión se celebrará en el País Vasco durante la última semana de agosto, y para darle mayor solemnidad será copresidida por Legarda y Morenés, con presencia de los responsables de Información de los tres cuerpos policiales.

El pacto logrado será ratificado en septiembre por la Junta de Seguridad del País Vasco, el único órgano que existía hasta ahora para coordinar a la Delegación del Gobierno en Euskadi con el Departamento de Interior, de casi nula eficacia operativa y que sólo se reúne muy de tarde en tarde.

Este clima de entendimiento fue confirmado ayer por Javier Balza quien, junto al lehendakari, Juan José Iberretxe, visitó en el hospital de Cruces (Barakaldo) a los agentes que resultaron quemados el pasado 5 de agosto en Portugalete (Vizcaya) tras un ataque con cócteles mólotov.

Aunque se mostró preocupado por el reciente cruce de declaraciones entre portavoces de los dos Gobiernos, el consejero de Interior afirmó que el acuerdo entre ambos es 'necesario y urgente', porque están en juego vidas humanas, y se mostró dispuesto a 'aceptar y crear los órganos necesarios para coordinar la labor de las policías en la lucha contra ETA y en la lucha contra la kale borroka', que es el 'fin básico y primordial'. Balza añadió que una vez despejadas las dudas de la parte vasca, el Gobierno central debería hacer lo mismo 'dando a la Ertzaintza los medios que le corresponden'. En su opinión, ésa es la única manera de verificar que 'se ha superado una etapa' de recelo entre las dos administraciones.