Bilbao 700 invita a 2.500 personas a recordar 'Metrópolis'

En una ciudad del futuro, unos obreros viven oprimidos en las catacumbas mientras sus patronos disfrutan de una vida paradisíaca en sus jardines. Cuando una joven, María, se erige como líder de los obreros y les arenga para que se subleven, su patrón construye un robot con el aspecto físico de María para crear confusión en el proletariado. Ésta es la sinopsis del clásico de Fritz Lang Metrópolis (1924), que el próximo 31 de agosto se podrá ver en la explanada del Museo Guggeheim a las diez de la noche, acompañada por la música que creó para el filme 77 años después el compitor bonaerense Martín Matalón.

La Fundación Bilbao 700 va a repartir un total de 2.500 invitaciones desde mañana para asistir a este concierto-espectáculo, que lleva el mismo nombre de la película en torno a la cual se desarrolla. Metrópolis estará subtitulada en castellano y euskera. La representación contará con un intermedio de 20 minutos.

La orquesta Barcelona 216, bajo la dirección de Ernest Martínez-Izquierdo, será la encargada de dar vida a la banda sonora de la película. La orquesta cuenta con la colaboración del Centro Pompidou de París. Este espectáculo, con una duración aproximada de dos horas, ha sido representado ya en numerosas ciudades de todo el mundo, como Londres, París, Buenos Aires, Hong Kong, Helsinki, Estrasburgo y Barcelona, entre otras.

Final del ciclo

Las invitaciones estarán disponibles en la sede de la fundación, en el edificio del Teatro Arriaga en Bilbao. Se podrán retirar desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde, de lunes a viernes. Para informarse sobre las invitaciones, los ciudadanos pueden llamar al teléfono 94 679 04 88. De esta manera, Bilbao 700 pondrá fin a la serie Doce conciertos para el 700, una de las actividades que puso en marcha para conmemorar el séptimo centenario de la fundación de la ciudad.

El programa Doce conciertos para el 700, que clausuran el filme de Lang y su música, se inició el pasado 6 de octubre de 2000 con Concerto grosso para pirotecnia barroca y juegos de agua, interpretado por la Savaria Baroque Orchestra.