El Ararteko critica la falta de un criterio unitario para juzgar a los menores

Así, y según los datos de 1999 extraídos de la Memoria del Servicio de Justicia Juvenil, mientras los juzgados de Menores de Vizcaya y Guipúzcoa utilizan la figura de la mediación-reparación en la mayoría de los casos que llegaron a sus manos -un 65% y un 57%, respectivamente-, está medida fue usada por el Juzgado de Menores de Alava únicamente en el 16% de los casos. Estas abultadas diferencias se repiten en otras figuras legales, como la amonestación o la libertad vigilada.

Libertad vigilada El Juzgado de Menores de Álava, por ejemplo, decidió aplicar estas medidas en el 27% y 19% de los casos, respectivamente, porcentajes muy superiores a los presentes en los otros dos territorios. El de Guipúzcoa utilizó ese sistema en el 12,5% y 11,5% de los casos, mientras que el Vizcaya lo hizo en el 5%.

Más destacable resulta el hecho de que los jueces de Menores de Álava decidan el tratamiento ambulatorio de más del 5% de los casos, mientras que los guipuzcoanos y vizcainos no hacen uso alguno de esta medida. O también el que el Juzgado de Menores de Alava decida que los menores infractores presten servicios en beneficio de la comunidad cuatro veces más de lo que lo hace el Juzgado de Menores de Guipúzcoa.

Todas estas diferencias se agravan por el hecho de que la actividad de los juzgados de Menores de Euskadi ha aumentado de forma significativa en los últimos cuatro años.

El número de medidas relacionadas con menores infractores ascendió en 1997 a 351, mientras que el pasado año esta cifra se elevó hasta las 565, lo que representa un crecimiento del 61%.

Para el Ararteko resulta 'especialmente preocupante' que seis de cada diez medidas de internamiento en centros afecten a menores pertenecientes a la etnia gitana y que en más de la mitad de los casos los adolescentes no se encuentren escolarizados.

De cada cinco menores que son juzgados por infracciones, cuatro son chicos y una chica. Su edad media se sitúa en los 15 años.