El 62% de los incendios ocurridos en Andalucía se debe a causas intencionadas o negligentes

Cerca del 24% se atribuye a causas desconocidas o que están en fase de investigación, según los datos del Centro Operativo Regional de Prevención y Extinción de Incendios de la Consejería de Medio Ambiente. Casi un millar de las 3.166 hectáreas afectadas hasta el 31 de julio -la cifra actual ronda las 5.000 hectáreas- se quemaron en 164 incendios intencionados.

Detrás de cada uno de ellos no hay un pirómano, es decir, alguien con una patología concreta. Los responsables de la unidad de policía autonómica, encargada de investigar los incendios desde que se constituyó el grupo en diciembre de 1993, recuerdan la detención hace varios años de un pirómano, que había provocado en la provincia de Málaga 21 incendios, cuya fecha iba marcando en un calendario. 'Esos son casos excepcionales', advierte el jefe accidental de la unidad.

Los datos que figuran en el informe del Plan Infoca, correspondiente a los primeros siete meses de 2001, atribuyen la mayoría de los siniestros intencionados a actuaciones de 'gamberrismo' (43) y creación de pastizales (26). Hay otras causas minoritarias pero que resultan muy llamativas, como la venganza por multas impuestas (3), la oposición a espacios protegidos (1), la destrucción de especies arbóreas (3) o la creación de puestos de trabajo (1). Las rencillas entre vecinos y los intereses cinegéticos alentaron un número nada desdeñable de siniestros (13 y 10 casos, respectivamente).

Conductas negligentes Los intereses madereros, por el contrario, no figuran como el origen de ninguno de los incendios intencionados que se habían registrado en la Comunidad Andaluza hasta el pasado 31 de julio. Sólo uno se achaca al deseo de recalificar el suelo como urbanizable, algo que impide explícitamente la Ley de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales, aprobada en junio de 1999 por el Gobierno andaluz.

Las conductas negligentes son el otro gran foco incendiario: hasta julio habían originado 237 siniestros en los que ardieron 925 hectáreas (el 29% de lo quemado hasta entonces). Las actuaciones humanas que acaban a menudo en fatales siniestros están relacionadas con labores agrícolas o forestales, que se realizan sin precauciones a pesar del riesgo que entrañan como la quema de pastos o rastrojos, que fueron el origen del 13% de los incendios por razones negligentes.

No son nada despreciables los fuegos generados por fumadores imprudentes, responsables de 27 siniestros entre enero y julio de este año, una cifra que superó los originados en basureros (22).

En ese periodo tuvieron especial incidencia en la superficie quemada los incendios accidentales, que afectaron a 1.060 hectáreas de terreno.

Significativos por el número fueron los generados a partir de maquinarias agrícolas (18) y líneas eléctricas (15). Otros dos casos se registraron durante maniobras militares.

Las 123 detenciones practicadas por efectivos de la Guardia Civil (48) y la Unidad de Policía Autonómica (75) entre enero y julio obedecieron, sobre todo, a fuegos originados por negligencias.

Málaga fue la provincia donde se detuvieron a más personas (un total de 41) por su supuesta relación con el origen de algún incendio, entre ellos el registrado en Ojén el pasado mes de julio.

Desde que comenzó su actividad como unidad adscrita a la Junta de Andalucía andaluza en diciembre de 1993, la policía autonómica, que cuenta con oficinas en varios Centros de Defensa Forestal del Plan Infoca durante los meses veraniegos, ha puesto a disposición judicial a 509 personas, entre ellas el supuesto autor del incendio en el Parque Natural de Cazorla, en Jaén, que se encuentra en libertad con cargos.