Las denuncias sobre Gescartera obligan al PP a aceptar la comisión de investigación

Habrá comisión de investigación sobre el caso Gescartera. La avalancha de revelaciones que en los últimos días ha enturbiado todavía más este escándalo, y la insistencia del PSOE y de IU en subrayar que la negativa del Partido Popular y del Gobierno a crear una comisión de investigación 'mostraba' que 'algo tenían que ocultar', han forzado al partido del Gobierno a renunciar a su plan inicial de crear una simple subcomisión de estudio, con poderes limitados. El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, afirmó ayer que 'la gravedad de las evidencias' del fiasco de Gescartera 'obligan al Gobierno a investigar a fondo'. Y, 'si no lo hace, demostraría su complicidad, su culpabilidad y su connivencia'.

El Gobierno ayer cambió su posición y aceptó que el Congreso constituya una comisión de investigación, con plenos poderes para llamar a declarar a quien considere necesario para esclarecer la red de amistades y conexiones entre funcionarios de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y los responsables de Gescartera, la operativa que ha permitido a los responsables de esta sociedad evaporar 18.000 millones de pesetas, y las responsabilidades, entre otros, del anterior secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna.

El portavoz de Economía del Grupo Popular, Vicente Martínez Pujalte, aseguró ayer que el 'PP está decidido a dar toda la transparencia y claridad al caso Gescartera y ha recibido del Gobierno, al más alto nivel, todas las instrucciones para que la investigación se lleve a cabo en el ámbito parlamentario más amplio, que no se impida la comparecencia de nadie y que no quede ningún rincón de dudas'. Pujalte aseguró que la aceptación ahora de esa comisión de investigación 'no significa' que el PP haya cambiado de opinión, sino que 'demuestra la voluntad de transparencia que expuso el presidente del Gobierno, José María Aznar, en Marivent'.

El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, ya sugirió ayer que el instrumento parlamentario para analizar el caso Gescartera sería más amplio que una subcomisión de estudio. Aseguró que el PP tiene 'instrucciones claras' para plantear iniciativas que permitan 'no ya la comparecencia del Gobierno y de los funcionarios, que ya estaba prevista, sino de cualquier otra persona que pudiera tener relación, conocimiento o responsabilidad sobre esta cuestión por haber actuado de manera privada'. Estas comparecencias sólo pueden producirse en una comisión de investigación. Este cambio de opinión también se extendió ayer a la presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, cuya actuación habían defendido hasta ahora sin fisuras tanto el PP como el Gobierno. Rato afirmó que Valiente ofreció 'información veraz' en el Congreso, pero que la 'podría haber dado con más consistencia'. Tras la comparecencia de Valiente se ha producido una avalancha de informaciones que ella no ofreció al Parlamento. No dijo que algunos certificados bancarios que Gescartera entregó en 1999 a la CNMV para justificar el destino del dinero de sus clientes eran falsos y que esa falsedad ocultaba un agujero de 4.000 millones de pesetas que la Comisión no detectó a tiempo. No dijo que, tras su toma de posesión como presidenta, almorzó en dos ocasiones con Antonio Camacho, el dueño de Gescartera ahora encarcelado, según publicó ayer El Mundo.

Ayer lo admitió. En un comunicado reconoció que mantuvo dos comidas con los responsables de Gescartera, en noviembre de 2000 y en febrero de 2001, a las que acudió el dueño de la agencia de valores intervenida, Antonio Camacho, y el ex secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna. La primera de estas reuniones fue en un restaurante y la segunda en la sede de la Comisión. La CNMV puntualizó que ambos almuerzos 'se produjeron a petición de Enrique Giménez-Reyna'.

El Ministerio de Hacienda, a través de su portavoz, aseguró que el ministro Cristóbal Montoro 'nunca supo' que su secretario de Estado 'organizaba comidas' entre Gescartera, la agencia que presidía su hermana Pilar, y la CNMV. Enrique Giménez-Reyna no ofreció ayer su versión de estos hechos.