La oposición califica de 'inconstitucional' el órgano que vigilará el conflicto de intereses de Berlusconi

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha anunciado la creación de un órgano independiente para fiscalizar los actos de su Gobierno susceptibles de entrar en el llamado 'conflicto de intereses' y que deriven de su condición de gobernante y magnate empresarial. La medida ha sido recibida con duras críticas de la oposición de izquierda, que la ha calificado de 'inútil'.

El ministro de la Función Pública, Franco Frattini, entregó ayer a Berlusconi un proyecto de ley con 12 artículos por el que se creará un órgano de control similar a los ya existentes para regular la libre competencia o las comunicaciones.

Designados conjuntamente por los presidentes de las dos Cámaras parlamentarias, ambos miembros del partido de Berlusconi, los tres integrantes del organismo propuesto tendrán como tarea controlar todos los actos del Gobierno. El ministro no dejó claro si serán parlamentarios o personalidades independientes.

Si ese órgano considera que una disposición favorece a un miembro del Ejecutivo tendrá la facultad de redactar un informe que será debatido en el Parlamento y si entiende que el acto es constitutivo de delito lo podrá denunciar en un juzgado.

La oposición ha calificado el proyecto de Berlusconi de 'inconstitucional'. 'No entiendo la naturaleza de esta propuesta', dijo el diputado del Partido Democrático de la Izquierda (DS), Luciano Violante. 'Es inconstitucional porque ya hay un órgano que controla al Gobierno: el Parlamento'. El senador opositor Ida Dentamaro señaló que se trata de un proyecto 'superfluo' destinado a 'desbaratar las iniciativas de la oposición'. Dentamaro recordó que el órgano va a ser elegido por dos miembros del partido de Berlusconi, Forza Italia.

Promesa electoral

El proyecto de ley será presentado al Parlamento en septiembre y parece alejarse de la primera idea de Berlusconi de confiar sus negocios a un fideicomiso independiente mientras permanezca en el Gobierno. El asunto del conflicto de intereses dominó la campaña para las elecciones de mayo pasado, ganadas ampliamente por la coalición de centro-derecha de Berlusconi, que se comprometió a resolver el conflicto antes de transcurridos cien días de su acceso al Gobierno.

La semana pasada Berlusconi se enfrentó a un primer conflicto entre sus negocios públicos y privados. La Cámara de Diputados aprobó el viernes una ley de reforma del derecho de sociedades por la que se despenaliza parcialmente la falsedad en los balances empresariales y que puede exculpar al primer ministro en tres procesos. Dueño de televisiones, empresas de publicidad, productoras y del club de fútbol Milan, con intereses en la edición y la construcción, Berlusconi es la mayor fortuna de Italia.