La agonía de un 'marjal'
El sábado 28 de julio morían los últimos patos del humedal del Barranquet en Benicarló (Castellón), apareciendo muchísimos peces flotando en el agua y presentando ésta un tono verdoso.
¿Envenenamiento premeditado? ¿Vertidos ilegales? ¿Mala planificación de la obra de regeneración de la playa Peñíscola Norte, pues el aumento de la arena en la desembocadura impide el paso del agua de mar hacia el humedal?
Todos estos interrogantes permanecen, pero lo que sí queda claro es la gran dejación por parte de la Administración, que ha consentido este fatal desenlace y aún hoy no adopta ninguna medida para retirar los cuerpos putrefactos que flotando en el agua producen un hedor insoportable tanto para los vecinos del lugar como para los cientos de transeúntes y turistas que a diario recorren el paseo de la avenida Papa Luna entre Benicarló y Peñíscola.
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