Economía congela la elaboración del presupuesto de 2002 hasta conocer cuáles serán sus ingresos

La Junta de Andalucía ha expresado su apoyo a la filosofía del nuevo modelo de financiación apoyado por 15 de las 17 autonomías españolas (excepto las de régimen foral, País Vasco y Navarra) que, según sus primeros análisis, le permitirá incrementar notablemente sus recursos, pero desconoce aún el monto total de los ingresos que percibirá.

En la partida de ingresos en el Presupuesto autonómico de 2001 figuran 856.410 millones como transferencia directa del Estado en concepto de Participación en los Ingresos del Estado (PIE), otros 834.238 millones de las transferencias del Estado para el sistema sanitario más 225.338 millones en tributos cedidos. Estas tres partidas pudieron ser calculadas con escaso margen de error el verano anterior por los técnicos de la Consejería de Economía. En el caso de las transferencias del Estado sólo tenían que aplicar la norma de evolución que se ha utilizado para Andalucía (el crecimiento del PIB nominal) desde 1996, año en el que la Junta, junto a Extremadura y Castilla-La Mancha, decidió rechazar el modelo de financiación propuesto por el PP, vigente hasta este año.

Pero este verano, el escenario ha cambiado drásticamente para los técnicos que trabajan con la consejera de Economía, Magdalena Álvarez. Tendrán que basar sus cálculos en un nuevo modelo del que conocen sus ecuaciones generales pero les faltan datos para llegar a conclusiones. La información suministrada hasta ahora por el ministerio que dirige Cristóbal Montoro a las autonomías se limita a poco más que el texto suscrito el pasado 28 de julio. Un texto que establece que, al menos hasta 2006, el Gobierno cede a las autonomías una cesta de impuestos: el 33% del IRPF, el 35% del IVA, el 100% de los impuestos especiales sobre electricidad y matriculación de vehículos y el 40% del impuesto especial de hidrocarburos, labores de tabaco, alcoholes y cerveza. Y que garantiza que el Gobierno central completará esta recaudación con un fondo de suficiencia para llegar a las cantidades pactadas con las comunidades autónomas como 'restricción inicial'.

El acuerdo establece que la 'restricción inicial' se fija con datos de 1999. Para Andalucía, Hacienda fijó una restricción de 1,683 billones, que incluye lo que antes era transferencia directa del Estado y recursos para el modelo sanitario. En esta cifra se produce la primera ganancia de la comunidad respecto a la situación anterior: el Gobierno central admitió tomar como referencia para ese año el índice de crecimiento de la transferencia que aplicaba (el incremento de los ingresos tributarios estatales) a las autonomías que estaban dentro del modelo. Una decisión que elevó la restricción inicial en más de 45.000 millones.

Una vez calculada esa restricción, se produce la segunda ganancia para Andalucía. Hacienda vuelve a distribuir los 8,575 billones de la restricción inicial conjunta entre las nuevas variables de reparto, en las que el cambio más notable es la nueva referencia de población. El mayor peso relativo de Andalucía en el padrón de 1999 le da una ganancia de unos 26.000 millones, sitúan la restricción inicial en 1,706 billones; la comunidad suma así unos 72.000 millones extra de partida.

A partir de ahí, de la restricción inicial de 1,706 billones en 1999, todo son cábalas. Sin los datos de Hacienda, los técnicos de la Junta no saben qué parte de esa restricción correspondería a la cesta de impuestos y cuál al fondo de suficiencia. Y tampoco conocen cómo ha evolucionado la recaudación de esos impuestos en 2000 y 2001 ni como lo haría el fondo de suficiencia. Y por tanto, aún no pueden calcular en cuánto aumentaría esa restricción en los dos últimos años. Además, habría que encajar los nuevos datos de población conocidos, ya que el modelo incluye esta actualización (Andalucía, con 7.340.052, según el padrón de 2000, habría ganado más de 23.000 habitantes respecto a 1999).

Los técnicos tendrán que esperar a septiembre, cuando Hacienda concretará el modelo, pero lo que tienen claro es que, en todo caso, los ingresos para 2002 crecerán 'apreciablemente' respecto a los 1,946 billones que sumaban las transferencias del Estado y los tributos cedidos en el presupuesto de 2001.