Los sindicatos exigen mayores recursos para hacer frente a la siniestralidad

Los tres accidentes mortales que han costado la vida a otros tantos trabajadores durante esta semana en Vizcaya han vuelto a sacar a la palestra los altos índices de siniestralidad laboral, que en lo que va de año ya ha costado la vida a 23 operarios en la comunidad vasca, 11 de ellos en Vizcaya, según datos de Osalan.

Ante la última oleada de accidentes, los sindicatos exigen a los empresarios y a la Administración mayores medidas de seguridad, así como dotar de más recursos a las políticas de prevención. En primer lugar, las centrales apuntan a la patronal por 'su falta de concienciación'. Pero tampoco dejan fuera de sus críticas a la Administración por 'dejación de responsabilidades'. Dos nuevos accidentes se registraron ayer en Vizcaya con cuatro heridos.Tres de los trabajadores resultaron heridos al precipitarse desde una altura de seis metros en la planta de Explosivos Riotinto en Galdakao y el cuarto se lesionó en Basauri al caerle una pieza.

La última concentración de protesta por la muerte de un trabajador se desarrolló en la mañana de ayer en Sestao. Medio centenar de personas se concentraron ante el Ayuntamiento de la localidad vizcaína por el accidente ocurrido el pasado jueves en las obras de la línea 2 del metro.

Los cuatro principales sindicatos vascos (ELA, CCOO, LAB y UGT) coincidieron ayer en criticar el incumplimiento por parte de un gran número de empresas de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, razón a la que atribuyen de manera prioritara la alta siniestralidad laboral.

Toribio Beares, de UGT, llegó a calificar la situación de 'vergonzosa' y reclamó un mayor control de las inspecciones de Trabajo. 'Hay una falta clara de cumplimiento. Durante los cinco años que está en vigor no parece estar resultando muy eficaz'. Beares resaltó que una de las causas del alto porcentaje de siniestros es la precariedad en el empleo, que facilita que las grandes empresas sean meras gestoras y dejen las contrataciones en manos de otras 'piratas'.

LAB no dudó en calificar de 'dramático' el alto índice de trabajadores que pierde la vida y consideró que la situación se ha vuelto 'insostenible'. La central abertzale abundó en sus críticas a la responsabilidad de la patronal.

Javier Caridad, de ELA, reconoció que, aunque todo el mundo riene su 'parte de culpa', la mayor responsabilidad recae sobre el empresario y la Administración. 'El dinero para invertir en medios técnicos lo tienen los empresarios', dijo. Comisiones hizo un llamamiento al Gobierno vasco, Inspección de Trabajo y empresarios para frenar 'de una vez por todas' la alta siniestralidad laboral. Resulta 'inadmisible', señaló, que se registre un accidente mortal como el de Sestao a escasos metros donde hace ocho meses perdió la vida otro operario.

[El Instituto Navarro de Salud Laboral señaló ayer que el número de accidentes mortales en esa comunidad descendió entre abril y junio con relación al mismo periodo de 2000. Se ha pasado de quince a cinco casos].